~Scarlett~
—No sé —dijo Ava casi sin pensar, y luego cambió su tono, sospechosamente— ¿Por qué preguntas?
—¿Pues... por qué crees? —dijo Sebastián con una sonrisita sarcástica. Nunca lo había visto tratar así a Ava.
Ava hizo un puchero y lo miró con los ojos bien abiertos, como si fuera una niña dulce y tímida:
—¿Estás preguntando por... ella? ¿Ustedes dos... van a volver?
Sebastián volteó a mirar hacia donde yo estaba.
—Sí, eso espero.
Ava bajó la mirada.
—Pensé que tal vez me perdonaría si la ayudaba a encontrar a sus verdaderos padres —dijo Sebastián como si no se diera cuenta como se sentía Ava.
—Papi no quiere saber nada de esa familia —murmuró Ava, se le notaba el miedo en los ojos— Dice que esos drogadictos nos matarían si se enteran de que su hija fue adoptada por gente rica...
O tal vez ellos tratarían de salvarme de él.
Muy bonita esa historia, Jack Fuller.
—Lo entiendo. Ningún padre quiere que le quiten a su hijo, sin importar la edad —Sebastián asintió lentamente, mirando a Ava directo a los ojos— Pero me vas a ayudar, ¿verdad? Siempre dijiste que querías que Scar y yo fuéramos felices juntos.
Suspiré muy fuerte al escuchar eso, menos mal que había mucho ruido, de lo contrario Ava me hubiera escuchado.
¿Ava quería que su príncipe azul y yo viviéramos felices por siempre? Sí, claro. Solo Sebastián se creería semejante mentira. Antes me daba lástima que él se creyera sus historias, pero ya no más. Ava miente hasta cuando no hace falta. Podría decir que está celosa y eso no cambiaría en nada lo que él siente por ella.
Ava hizo esa cara tierna con la que los convencía a todos.
—Eso fue... antes...

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Los comentarios de los lectores sobre la novela: Ella Aceptó el Divorcio, Él entró en Pánico