Ella Aceptó el Divorcio, Él entró en Pánico romance Capítulo 262

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—¿Cómo te sientes? —Adrian rompe el incómodo silencio, provocando a Sebastián con una sonrisa burlona—. ¿Te arrepientes ahora de haber abandonado la esgrima?

Sebastián pone los ojos en blanco, volviendo a recostarse con un gemido bajo.

Adrian sonríe y lanza una mirada a Scarlett antes de continuar:

—¿Desde cuándo te gustan los héroes, eh? El todopoderoso señor Knight, metiéndose en la guarida del diablo con las manos desnudas por una belleza.

Scarlett desvía la mirada.

—Tú también lo hiciste —Sebastián fulmina a Adrián con la mirada.

Cuando aquel psicópata secuestró a Scarlett, Adrián se infiltró y la salvó cuando su silla estaba cayendo de aquel edificio abandonado. Sebastián nunca podría olvidar las lágrimas de injusticia en los ojos de Scarlett, ni la mirada de admiración cuando ella rodeó el cuello de Adrián con sus brazos.

—Sí, lo hice —Adrián curva sus labios provocativamente—, y con éxito gracias a una pistola. Considérate afortunado de que esos bastardos no tuvieran armas, o ya no estarías aquí.

—Eso... es suerte... —Sebastián frunce el ceño pensativo, intentando razonar bajo los efectos del sedante. Su cerebro todavía está confuso.

¿Por qué no tenían pistolas?

A esos matones no les importaba nada. Estaban dispuestos a hacerles daño, y probablemente nunca tuvieron la intención de dejarlos salir con vida. Entonces, ¿por qué no usar armas? ¿No habría sido todo mucho más sencillo? No es como si fuera tan difícil conseguir pistolas.

Llamó a la policía en el momento en que presenció el accidente de coche. Después, tardó más de veinte minutos en perseguirlos hasta aquel almacén. Normalmente la policía ya debería haber llegado. Sin mencionar que no solo llamó a la policía. Llamó personalmente a Jeremy Rogers, el jefe de policía.

Sin embargo, la policía solo apareció cuando casi habían llegado a Scarlett.

¿Podría Jack Fuller realmente haber orquestado todo esto? ¿O fue ese hombre...?

Silco. ¿Quién demonios es y por qué está haciendo todo esto?

Sebastián frunce el ceño. Ese hombre no había mostrado ninguna intención de dañar a Scarlett antes. Así que aunque no pudiera identificarlo, no había presionado demasiado. Pero ahora...

—Aunque no tan afortunado como tú —Adrián agarra a Sebastián y presiona con el pulgar, haciendo que Sebastián jadee de dolor antes de apartar su mano de un manotazo—. ¿Duele?

Sebastián le lanza una mirada asesina, arrepintiéndose de haber hecho las paces con Adrián. Después de su pelea con Gabriel, Adrián y él habían llegado al tácito entendimiento de que volverían a ser como antes.

—Considérate afortunado de que solo tengas algunos moretones y un hueso roto —Adrián le dedica una sonrisa irritante—. EXTREMADAMENTE afortunado, ¿no crees?

Scarlett frunce el ceño ante el énfasis que Adrián pone en esa palabra y lo mira, solo para ver que mientras sonríe, sus ojos están mortalmente serios. Sebastián también lo nota, y su mirada se vuelve igualmente seria.

¿Se había perdido algo?