Perspectiva de Scarlett
La fiesta terminó sin más contratiempos.
Sebastián me convenció de venir aquí con los papeles de divorcio, pero no sé si puedo confiar en sus palabras cuando Ava está aquí distrayéndole. Pero después de despedir a la abuela en la puerta, encontré no solo a Sebastián, sino también otra sorpresa inesperada esperándome allí.
"Ella no se irá contigo." le grita Sebastián a Adrián en cuanto el auto de la abuela se aleja.
¿En serio Sebastián se pone así? ¡Parece un niño chiquito!
"Eso lo decide ella." Adrián sonríe con toda tranquilidad, haciendo contraste con el ceño fruncido de Sebastián. "Aunque técnicamente sigas siendo su marido..."
Estos dos son un niños.
"Me voy con..." trato de explicarme, pero Adrián curva sus labios.
"La Srta. Dawson y la Srta. Grey no querían hacer que tomaras otro taxi, y confiaron en mí para tu seguridad después de que les llamé un taxi hace unos minutos."
¿Acaso Aurora me abandonó con mi nuevo jefe? ¿En serio?
"Se lo agradezco mucho, Sr. Dunn, pero..."
"Además, hay que hablar de tu nuevo trabajo." Adrián le lanza una mirada provocadora a Sebastián. "Sería un pésimo patrón si dejara escapar a una pluma talentosa como tú."
Sebastián le clava la mirada, pero Adrián se le queda viendo con una sonrisa de satisfacción.
No quiero ser un problema, especialmente para un tipo con el que no estoy familiarizada. Pero como si adivinara mis pensamientos, Adrián agrega: “No quieres hacer que rompa mi promesa con las dos señoritas, ¿verdad?”
Claro que no. Pero tampoco quiero que se hable mal de él por mí.
"Si no vienes conmigo, entonces puedes decirle adiós a lo que hay en mi auto." Sebastián se impacienta, me ignora a mí y a Adrián, y se va.
¿Cuándo fue que se viró la tortilla y es él quien quiere amenazarme con los papeles de divorcio?
"Por supuesto, Sr. Dunn, me encantaría ayudarte a cumplir tu promesa!" levanto la voz para que Sebastián me oiga. "Por favor, dame un minuto, porque eso es el tiempo que me robará Sebastián."
Adrián se echa a reír y Sebastián se aleja aún más rápido.
"Pero yo quiero irme contigo..." Ava hace pucheros. "Si tú me trajiste, ¡eres mi responsable!"
Sebastián me mira nervioso. ¿Nervioso? ¡Cuando estábamos casados jamás le importó malcriarla delante de mí! No me agrada su espectáculo, pero puedo divertirme un rato.
"¿Coqueteando con el esposo de tu hermana en su propia cara, Ava Fuller? ¡Qué poca vergüenza!" Cruzo los brazos, hablándole con voz helada.
Ambos enamorados me miran con ojos sorprendidos, y Ava se sonroja. No sabía que podía sentir vergüenza.
Nunca me he defendido. La Scarlett que ellos conocían, era esa antigua Scarlett que nunca pondría a Sebastián en un dilema entre ella y Ava, ni le daría a Ava ninguna excusa para llamar a su séquito.
Ya no soy esa Scarlett. Ellos nunca comprendieron por qué. Ellos podían herirme porque los amaba. Antes amaba Sebastián, y a mi supuesta familia. Pero ya no los amo, y sin embargo ellos todavía esperan que me trague cualquier buche amargo que me brinden.
"¡Él no será tu esposo por mucho tiempo!" Ava estalla en llanto, gritándome. "Tú me lo quitaste, y ahora no tienes nada que reclamarme."
"¿En serio?" inclinó la cabeza hacia Sebastián, dándole una sonrisa burlona. "¿Lo harás? ¿Vas a divorciarte de mí?"
Cualquier respuesta sería una victoria para mí. Con deleite, veo arder de rabia esos ojos negros que ahora están atrapados en su propio juego.

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Los comentarios de los lectores sobre la novela: Ella Aceptó el Divorcio, Él entró en Pánico