Ella Aceptó el Divorcio, Él entró en Pánico romance Capítulo 64

Perspectiva de Scarlett

Cuando me desperté, todo estaba oscuro. Por un momento pensé que todavía era de noche, hasta que mi vista se adaptó a la penumbra y vi que estaba en una habitación oscura.

Mi mente estaba en un caos, y se adaptaba incluso más lentamente que mi vista, como si alguien me hubiera inyectado niebla en el cerebro.

¿Qué pasó? ¿Dónde estoy? Estaba en un coche... ¿verdad? El último recuerdo que tengo son los ojos asustados de Ava.

¡Ava!

Los recuerdos de anoche irrumpen en mi mente al evocar su nombre, y con ellos una punzante dolor de cabeza me ataca. Frunzo el ceño y trato de masajearme las sienes, solo para darme cuenta que mis brazos están atados a los brazos de una silla de madera.

Ahora lo recuerdo todo.

No quería salir a reunirme con Ava cuando recibí su mensaje. Ella nunca se pone en contacto conmigo, nunca. Si me necesitara, tiene un ejército de gente para hacerlo. Además, no teníamos nada que hablar. La última vez que "hablamos", me envió un video de Sebastián confesando sus sentimientos por ella, creyendo que Ava era la niña que él salvó.

Le respondí con un gif de cara de fastidio, pero Ava me replicó inmediatamente: "[Puedo hacer que papá te deje ir, si me devuelves a Seb.]"

Antes de poder contestarle, me envió otro mensaje: "[¿Ahora podemos hablar?]"

Me tentó.

No creo que Jack me conceda tal petición tan fácilmente, ni siquiera por Ava. Pero si alguien puede conseguirme mi libertad, es ella.

Además, tenía los papeles de divorcio en la mano. No confiaba al cien por cien en las palabras de Ava, pero ese era definitivamente el momento más cercano a mi libertad.

"[De acuerdo, ¿dónde estás?]"

Me dijo que estaba abajo. Luego me envió una larga serie de instrucciones que me guiaban a un auto estacionado en un callejón sin salida. Me detuve lejos, tentándome a correr inmediatamente, pero entonces Ava bajó la ventana y me hizo señas.

Me subí al coche, y fue entonces cuando un par de manos me cubrieron la nariz con un paño húmedo y me desmayé.

¡Después de engañarme tantas veces, todavía encuentra maneras nuevas de hacerlo! ¡Maldita sea! Sabía que era una mentirosa, pero pensé que su obsesión por Sebastián era genuina. Nunca imaginé que la princesa consentida, la que solo sabe ponerme en problemas frente a todo el mundo, llegaría a cometer un crimen solo por verme.

Solo no entiendo qué más puede querer Ava de mí. ¿Qué es lo que no puede obtener de su ejército de sirvientes para que tenga que secuestrarme?

"¡Oye, Siri!" intento activarlo.

Siri no me responde, pero Ava sí.

"¡Cállate!" me susurra con rabia, "¡Podrías despertarlo!"

¿A quién?

Un gruñido molesto surge de debajo de la mesa, y entonces me doy cuenta de que hay un hombre tumbado allí.

"¿Qué estás haciendo?" Ava susurra de repente con ira, un poco más alto de lo necesario, "¡No hay manera de escapar de aquí!"

Abro los ojos como platos ante lo que hizo Ava, y el hombre se sienta al instante al escucharla, mirándome fijamente. No, no es estúpida en absoluto.

Es una serpiente astuta y calculadora, como siempre.