Ella Aceptó el Divorcio, Él entró en Pánico romance Capítulo 78

Perspectiva de Scarlett

Todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos.

Cerré los ojos un instante después que Sebastián hizo su elección... y al abrirlos, él estaba tirado en el piso sosteniendo la silla de Ava al borde del vacío. No vi qué fue lo que derribó a Liam. Solo sé que, al girarse hacia Sebastián, de pronto tropezó hacia un lado. Lo siguiente que yo sentí fue una patada brutal contra mi silla.

Esto es mi fin.

El espantoso miedo a caerme invade mi cuerpo, y no puedo evitar gritar para sacar el temor ardiente que hay en mi pecho.

En ese instante fugaz, ni siquiera siento odio. Él la ama, y por eso la eligió. No podía esperar nada más que eso. En aquel momento, lo único que siento es una tristeza abrumadora, la tristeza de saber que él descubrirá que su bebé muere conmigo cuando impacte contra el suelo.

¿Estaría triste por la muerte de su bebé? ¿O no se conmovería en absoluto?

De cualquier modo, es triste, y esa tristeza superó cualquier emoción que pudiera tener, y lloré, atrapada por el miedo.

Pero solo caí por un segundo.

Alguien agarró mi silla justo cuando empecé a caerme, y las cuerdas me apretaron fuertemente, pero nunca antes sentir dolor me había dado una sensación de seguridad tan grande.

"¿Scar?", la voz de Adrián resuena en mi cabeza. "Estás bien. No te muevas. Ahora te subo. ¿Me escuchas?"

Entreabro los ojos. Asciende lentamente hasta dejarme en el piso y cortar mis ataduras con cuidado.

Froto lentamente mis brazos helados mientras mi alma sigue flotando fuera de mí, apenas sintiendo el dolor que la soga dejó en mis brazos. Mis ojos siguen a Adrián, pero mi cerebro no parece capaz de procesar lo que pasó.

¿No estoy muerta? ¿Por qué la molestosa cara de Sebastián está tan cerca de la mía? ¿Cómo es que Adrián está aquí? ¿Acaso me acaba de salvar...?

"¡Me mataste del susto!" Empuja a Sebastián y me atrae contra su pecho con fuerza. "¿Estás bien? Scarlett."

No me importa por qué lo hace. Solo quiero refugiarme en un abrazo seguro. He hecho pocos amigos, pero ningún hombre me ha dado esta sensación de seguridad. Mi supuesto padre me ignora, y Sebastián no se preocupa por mí.

En toda mi vida, nunca tuve un héroe en el que pudiera confiar.

Desde el momento en que Liam llamó a Sebastián, supe que vendría expresamente por Ava. Ya no me duele tanto. Lo peor es saber que nadie vendría por mí. Ni mi padre, ni mi hermano, ni ningún héroe vendría a rescatarme.

En los brazos de Adrián, la desesperación que sentía desde que me encuentro en este edificio abandonado comienza a disolverse.

"Estás a salvo... Aquí estoy..."

Sintiendo mi temblor, Adrián murmuró varias palabras reconfortantes mientras me cargó por las escaleras, bajando piso tras piso. Solo después me di cuenta de eso: ¡me había cargado durante diecisiete pisos!

Debe ir al gimnasio con frecuencia..., pienso, acurrucada contra su pecho.