Ella Aceptó el Divorcio, Él entró en Pánico romance Capítulo 84

Perspectiva de Scarlett

Sebastián se da la vuelta y me lanza una mirada. Justo cuando estoy por hacerle mi oferta, le dice a Jack: "No debió usar la violencia. Me disculpo en nombre de mi esposa."

Ah. Eso es algo nuevo.

"No tienes derecho a disculparte por mí," me escondo tras Adrián, desafiante. "Tu hija merecía ese golpe... y más, por atraerme a una trampa. Ustedes deben disculparse conmigo, o los demandaré."

"¿Ves? ¿Ves a quién defiendes?" Me señala Jack con un dedo tembloroso.

Sebastián suspira, clavando la mirada en el brazo de Adrián, que abrazo como un salvavidas.

Que él me defienda frente a quienes me maltrataron era un sueño imposible. Busco dulzura o satisfacción en ello... pero no la hay. Di demasiado por esto. Lo deseé durante demasiado tiempo. Ahora que dejé de quererlo, no me sabe nada dulce.

"¡Sebastián! ¿Cómo puedes ponerte de su lado...?" Ava pisa fuerte, con lágrimas genuinas mezcladas con su maquillaje corrido.

¿De qué hablo? ¡Sus lágrimas son como la miel!

"Ava, tu ambulancia está aquí," sin mirar a Ava, Sebastián mira hacia la enorme camioneta que se tambaleaba mientras entraba al patio desigual, "Déjalo todo como está, y ve con tu padre para que te hagan un chequeo médico."

Ava abre los ojos como platos, murmurando con labios temblorosos: "¿Tú... no vienes?"

"Ella debe acompañarnos", dice Jack Fuller, señalándome. "Tiene que venir por si acaso. No sabemos si Ava está curada."

¿En serio? ¡Ese rasguño dejó de sangrar hace siglos! Si esperan más, la herida cicatrizará antes de llegar.

"¡No iré a ningún lado sin una disculpa!" Le replico. En realidad no iría ni con una disculpa, pero sé que Ava jamás me la daría.

La mano de Sebastián se tensa ante sus lágrimas, como queriendo secárselas. No sé por qué no lo hace. Si es por mis acusaciones, no es necesario. No debió hacerlo durante nuestro matrimonio... pero ahora si puede. Tiene los papeles de nuestro divorcio en su mano.

Prefiero que se ponga de su lado para liberar mi rabia. No quiero sentir que soy yo quien lo está obligando de nuevo, y esta vez hasta el final del matrimonio.

"Oh, sí, tuviste una opción."

Una voz ronca corta el aire, cargada de risa reprimida. ¡Era Liam!

Me estremezco al oírlo. Adrián envuelve mi hombro con su brazo, como si fuera un escudo contra mi pesadilla. Pero mi miedo palidece ante el pánico de Ava, ya que su rostro se descolora al instante.

Los ojos de Liam se clavan en mí, su sonrisa de demente me hiela la sangre. Intuyo que no me gustará lo que dirá.

"¿Tu propia hermana es la amante de tu esposo?" Dice con burla, mostrando sus dientes amarillos. "¿Sabías que te quiere muerta?"