Esposa Pecadora romance Capítulo 1030

Cuando Naomi escuchó esto, se irritó, obviamente.

"Es imposible que estés conmigo, ¿no? Quieres estar con Eveline, ¿cierto? De acuerdo, ¡moriré con ella ahora!". Era como si Naomi hubiera sido poseída por un demonio. Sujetaba el cuchillo y estaba a punto de bajar la daga para apuñalar a Madeline en el corazón.

Cuando Madeline estaba a punto de esquivarla, vio de repente que Ryan metía su mano en el traje y sacaba un revólver de su espalda. Apuntó al cuchillo de Naomi y disparó.

La bala aterrizó precisamente en el mango del cuchillo. El impacto hizo que Naomi lo soltara inmediatamente por el dolor, y el cuchillo cayó al suelo.

Mientras Madeline seguía conmocionada por la acción de Ryan, este ya había corrido hacia ella, sacó un pañuelo y se lo puso en el cuello sangrante. "Eveline, ¿estás bien?".

Al ver que Ryan estaba tan preocupado por Madeline, Naomi agarró la daga, se levantó y quiso volver a herir a Madeline.

La mano de Naomi, que estaba levantada, rozó de repente la bala caliente.

Gritó de dolor. El cuchillo cayó a un lado, y hubo un dolor ardiente en su palma.

Ryan giró la cabeza y se dio cuenta de que había sido negligente en ese instante, lo que casi hace que Naomi les hiciera daño a él y a Eveline. Afortunadamente, alguien le estaba protegiendo en secreto.

En ese momento, sonó su teléfono móvil. Ryan contestó al ver la llamada entrante. Luego le dijo a Madeline mientras le daba la espalda: "Volvamos con el equipo".

Aunque su voz era muy baja, Madeline la escuchó.

Sin demorarse demasiado, Ryan agarró a Madeline por los hombros y la llevó de vuelta al coche. Naomi gritó salvajemente de celos: "¡Ryan, yo también estoy herida! ¡¿Por qué solo la miras a ella?!".

"Tú tienes la culpa". Ryan ni siquiera miró a Naomi y dejó una advertencia: "Deberías aprender a comportarte".

"¡Ryan!".

Naomi apretó los dientes antes de agarrar la daga y clavarla ferozmente en el barro.

Ryan llevó a Madeline al hospital para tratar su herida. En el camino de vuelta, el ambiente en el coche era demasiado tranquilo.