Esposa Pecadora romance Capítulo 1092

En el momento en que Daniel vio a Ava, hubo un destello de sorpresa en sus ojos.

"Estás muy guapa hoy", la elogió Daniel.

Ava sintió que se le calentaban las mejillas. Se sentía avergonzada, pero fingió que no le importaba. "¿Dices que los otros días me veo fea?".

Daniel se explicó rápidamente mientras su cara se sonrojaba. "No, no quería decir eso. Solo decía que estás más guapa que de costumbre".

Ava giró la cara y se sintió satisfecha consigo misma. Nunca había sentido ese tipo de sensación.

Después de subirse al asiento del copiloto, Ava miró con el rabillo del ojo a Daniel, que conducía.

El perfil lateral del hombre parecía brillante. Parecía amable y de voz suave, pero al mismo tiempo, había un brillo juvenil en sus ojos.

Cuando el semáforo se puso en rojo, Daniel detuvo el coche y giró la cabeza hacia ella.

Ava no tuvo tiempo de apartar la mirada antes de que sus ojos se encontraran con los de Daniel.

"Llevas un buen rato mirando".

“...”.

"Aquella noche en el hotel…".

"Dan", interrumpió Ava. Su cara estaba ardiendo. "Dan, no me estás mintiendo, ¿verdad? ¿Eras realmente tú esa noche?".

Daniel estiró la mano para tomar las manos temblorosas de Ava y sonrió. "¿Quién más podría haber sido aparte de mí?".

Cuando obtuvo la respuesta, Ava sintió que la dulzura de su corazón se intensificaba. Sin embargo, todavía tenía una pregunta.

Miró a Daniel. Cuando estaba a punto de preguntar, Daniel dijo ante ella: "No te pedí que fueras mi novia porque quisiera ser responsable de ti. Estoy seguro de que me gustas y confío en que tú también sientes lo mismo".

Ava miró a Daniel, casi hipnotizada, con una sonrisa cada vez más amplia.

Cuando los invitados vieron a Daniel, empezaron a saludarlo.

Sin embargo, cuando vieron a Ava tomada de su brazo, algunos la miraron de forma extraña y otros incluso empezaron a chismear entre ellos.

Ava sintió el cambio de miradas y eso la preocupó mucho.

En ese momento, una pareja joven se acercó y preguntó: "Dan, ¿quién es? ¿Por qué es tan íntima contigo?".

Daniel no se anduvo por las ramas y la presentó: "Esta es mi novia, Ava Long".

"¿Novia?". La joven miró con detenimiento a Ava antes de quedarse sin palabras.

Ava le devolvió la sonrisa amablemente y sintió que, definitivamente, algo andaba mal.

Entró en la mansión con Daniel. Nada más entrar, vio a una mujer de pie en el salón. Ava comprendió por fin por qué esas personas la miraban antes con miradas tan extrañas.