Esposa Pecadora romance Capítulo 1131

Jeremy se detuvo al oír las preguntas de Madeline.

Levantó lentamente sus largos y almendrados ojos. Un destello frío y duro se reflejó en sus ojos ambarinos.

La mirada de sus ojos no parecía agradable.

Madeline sintió una gran curiosidad. Se acercó a él para echar un vistazo a lo que él estaba mirando.

Sin embargo, Jeremy guardó rápidamente las fotos y las metió en un sobre. Luego levantó los ojos y le sonrió débilmente.

"Son solo algunas fotos de nuestro colaborador. No hay mucho que ver", dijo. Tiró el archivo en su cajón y lo cerró con llave. "¿Por qué has venido de repente? ¿Me has echado de menos?", preguntó.

Los ojos de Madeline se estrecharon en una sonrisa. "Pasaba por aquí después de llevar a los niños a la guardería", respondió ella.

"¿Así que estás aquí solo porque estabas cerca?", preguntó él.

"Sí, solo porque estaba cerca". Ella sonrió coquetamente. La verdad era que no había ido solo porque estaba cerca, sino porque lo echaba de menos.

Levantando la vista, ella se dio cuenta de que el botón del cuello de Jeremy estaba desabrochado. Madeline levantó la mano para abrocharlo. Sin embargo, justo cuando tocó su cuello, él retrocedió y se giró para tomar unos documentos de la mesa.

La mano de Madeline quedó suspendida en el aire.

"¿Jeremy?", preguntó ella.

"Tengo que prepararme para la reunión", respondió él. Sin embargo, parecía que le estaba dando explicaciones intencionadamente. "¿No has visitado a Ryan estos días?", preguntó.

Madeline seguía preguntándose por qué la evitaba. Al oírle mencionar a Ryan, su mirada se apagó ligeramente.

"Solo le causaré más angustia si voy. Por eso prefiero no ir", explicó Madeline.

"Eres tan considerada con él", respondió Jeremy.

Madeline detectó un tono de celos por la forma en que él dijo la frase.

Los sirvientes, que estaban limpiando el patio, no pudieron detenerlo a tiempo. Jeremy entró en la casa como un torbellino.

Ryan acababa de regresar del hospital tras cambiar los yesos de su herida. Antes de que pudiera tomar asiento, Jeremy apareció ante él.

La señora Jones reconoció a Jeremy a primera vista. No había olvidado cómo él casi le partió la muñeca por la mitad para proteger a Eveline Montgomery aquel día.

"¿Eres tú? ¿Qué haces aquí? ¿Cómo te atreves a entrar en nuestra casa?".

Armándose de valor, la señora Jones le interrogó cínicamente.

"Sé que eres de la familia Whitman. Te han dado el título de príncipe de la familia más rica de Glendale. ¡Ja! Una persona como tú va por ahí arrebatándole la mujer a otros, ¿no tienes ninguna vergüenza?", preguntó.

Una vez que dejó de hablar, sintió una ráfaga de aire frío que soplaba contra ella.

Jeremy miró fríamente a la señora Jones. Entonces, su mirada se posó en Ryan. "Si no quieres que tu familia se vea involucrada, mantente lo más lejos posible de ella".