Esposa Pecadora romance Capítulo 1139

La repentina seriedad de Jeremy hizo que Madeline se sintiera un poco nerviosa.

"¿Qué pasa, Jeremy?".

"Ryan debe haberte contado lo de mi ingreso en la OIPC, ¿verdad, Linnie?", preguntó él.

Madeline asintió, sus ojos se arremolinaron en la pena por él. "Me contó cómo fuiste de incógnito para meter a Lana entre rejas".

"¿Entonces te dijo cuáles eran mis condiciones para trabajar con la OIPC?". La gentil mirada de Jeremy se posó en el pequeño rostro de Madeline.

Eso era algo que Madeline no sabía.

Ella respondió con franqueza: "No me lo dijo".

"Por supuesto que no". Una pizca de burla auto despectiva apareció en los cincelados rasgos de Jeremy.

"¿Jeremy?".

"Acababa de descubrir la situación en la que me encontraba cuando me encontraron por primera vez. Tenía miedo de no ser capaz de protegerte o de cuidarte de nuevo, así que exigí que el OIPC proporcionara protección total sobre ti y los niños. Sobre todo porque Lana Johnson no conoce límites".

"Esa fue mi condición para unirme a la OIPC".

Los ojos de Madeline se enrojecieron de inmediato al escucharlo explicar todo.

Efectivamente, él había hecho todo eso por ellos.

Todo mientras ella lo odiaba por estar con Lana.

Ella sabía que él tenía sus razones, pero esta no era la verdad que ella esperaba.

Al ver la culpa y la angustia en el rostro de Madeline, Jeremy se acercó para acariciar su mejilla con cariño.

"No me arrepiento de la elección que hice, pero nunca esperé que su protección se daría casándote con Ryan".

"Fue cuando decidí dejar Glendale que me enteré de que Ryan también era de la OIPC y que además tenía un alto cargo. Sí que lo ocultó bien...". La mirada de Jeremy se desvió mientras hablaba.

No podía ahondar en detalles con Madeline y en ese momento, su único objetivo era deshacerse del estado matrimonial entre Madeline y Ryan.

Ella era su esposa.

Solo suya.

Con sus emociones calmadas, el corazón de Madeline aún palpitaba suavemente en su pecho al saber lo mucho que Jeremy había hecho sin que ella supiera.

No quería preocupar más al hombre ni alargar el asunto del divorcio. Por ello, fue a buscar a Ryan.

Tanto el señor como la señora Jones habían salido, y Madeline se dirigió al estudio de Ryan.

El hombre estaba sentado en el balcón leyendo su libro. Su pierna aún no se había recuperado del todo.