Esposa Pecadora romance Capítulo 1143

¿Qué?

La expresión de Naya cambió como las luces de Navidad volviéndose roja y verde.

Miró a Madeline con incredulidad y por fin comprendió por qué Madeline estaba tan segura.

Mientras tanto, las miradas de asombro y admiración comenzaron a caer sobre ella

"Así que esta era la mejor diseñadora de Miss L.ady. Es tan bonita, no me extraña que sus diseños sean tan apreciados".

"Yo también he comprado bastantes accesorios de su marca. Tienen unos diseños bastante únicos".

"Yo también les compraba mucho hasta que cambiaron de diseñador. Entonces dejé de hacerlo".

Ava se sintió orgullosa de su amiga al escuchar los comentarios.

Por otro lado, Madeline empezó a sentirse tímida. "Ava, perfil bajo".

Ava se encogió de hombros y miró a Naya con exasperación. "No es mi culpa que ella haya empezado".

“...”. Los labios de Naya se crisparon. Abrió la boca para protestar al sentir que su reputación empezaba a tambalearse.

"¿Y qué si eras la mejor diseñadora de Miss L.ady? ¡Eso no te da derecho a difamarme! Mi padre es un conocido empresario de Glendale. Ni siquiera nos falta dinero, así que ¿por qué iba a necesitar comprar una falsificación? ¡Solo me estás difamando para ayudar a Ava!".

Naya puso una expresión lastimera para tirar de la corona hacia su lado.

"Vera Quinn, ¿verdad? Ya que eres tú quien lo ha diseñado, ¡entonces mira el número de serie de mi pulsera! ¿Por qué iba a necesitar llevar imitaciones cuando soy la hija de un rico empresario?".

Madeline mantuvo la calma. "No sé si lo necesitas ni quiero saberlo. Solo quiero decir que el hecho de que haya un número de serie demuestra aún más que la pulsera es falsa. Esos supuestos números de serie son un sistema estructurado por los que venden falsificaciones. La pulsera real no tiene ningún número de serie. Puedo mostrarte la información si no me crees".

Naya no le creyó. "¿Me estás tomando el pelo? ¿A ella? ¿Cómo puede permitirse comprar este conjunto de accesorios si ni siquiera puede permitirse un trozo de cristal de ese pendiente con toda su paga mensual?".

Ava había ido inicialmente a devolver el accesorio, pero en ese momento tuvo una idea mejor.

"Deje de gastar su saliva, señorita Méndez. Su descuido ha causado graves daños a mis propiedades. Ahora tiene dos opciones. O hace un cheque y me devuelve el dinero ahora, o puede esperar una carta de mi abogado".

"Tú...". Naya se enfureció.

"¿No eres la hija de un rico empresario? Estoy segura de que llevas tu chequera a todas partes, ¿no? Pues hazlo de una vez. No hagamos perder el tiempo a nadie más".

“...”.

Naya apretó los puños, su hermoso rostro se retorció de ira.