Esposa Pecadora romance Capítulo 1145

Conmocionada, Madeline miró fijamente las manchas de sangre de color rojo oscuro en la tela. De repente sintió que el oxígeno escaseaba y su visión se oscureció. No podía ver nada en absoluto. Ante ella había una oscuridad infinita, la cual sentía que la asfixiaba lentamente y adormecía sus sentidos.

Todavía Jeremy no se había recuperado. Todavía había veneno en su cuerpo.

Él le mintió.

"Linnie".

La voz de Jeremy sonó desde afuera, lo que devolvió a Madeline a la realidad.

Ella se levantó sintiendo las manos y los pies fríos. Se metió el pañuelo en el bolsillo. Se limpió las lágrimas de la comisura de los ojos, se obligó a sonreír y a bajar las escaleras.

Se encontró con Jeremy usando la camiseta blanca que había elegido para él. Se ajustaba perfectamente al cuerpo del hombre.

Caminó hacia ella y curvó la comisura de los labios. "¿Qué tal está? ¿Me veo bien?".

Madeline miró fijamente al hombre que tenía delante. La leve sonrisa que llevaba le hizo recordar años atrás cuando se cruzaron por primera vez en el campus.

Habían pasado años, pero los rasgos del hombre seguían siendo tan juveniles como en ese entonces.

Las esquinas de los ojos de Madeline ardían mientras se lanzaba a los brazos de Jeremy con los suyos rodeando su cintura.

Jeremy no tenía ni idea de lo que había provocado aquello, pero levantó los brazos para retenerla instintivamente.

"¿Qué pasa, mmm?".

"No me dejes", susurró Madeline conteniendo sus emociones por un solo hilo.

Jeremy se quedó sin palabras por un momento al sentir la intensidad del amor de Madeline y su renuencia a dejarlo. El hombre sonrió y levantó la mano para acariciar la nuca de ella.

"No te dejaré", prometió, pero su mirada se volvió solitaria. "Pase lo que pase, siempre estaré contigo".

‘Aunque mi tiempo se esté acabando, no te dejaré ir de nuevo’.

Jeremy guardó la última frase en su corazón.

***

Madeline fue en secreto al laboratorio y buscó al químico allí.

"De acuerdo", aceptó Madeline.

Colgando el teléfono, ella exhaló un largo suspiro de alivio.

Su unión con Ryan estaba a punto de ser anulada.

Pronto podría ser abiertamente la esposa del hombre que amaba.

Sin embargo...

El mero hecho de pensar en el estado físico de Jeremy inquietaba a Madeline.

Los resultados del laboratorio no estarían listos hasta el día siguiente. Todo lo que pensaba en ese momento era una mera sospecha.

Al no saber qué comprarle a Ryan, Madeline finalmente decidió hacerle un pastel desde cero.

Jeremy estuvo a su lado mientras ella hacía el pastel y le pasó cosas de vez en cuando.

Llegó la noche, y Jeremy se encargó de llevarla hasta donde ella y Ryan habían decidido encontrarse.