Resumo de Capítulo 1146 – Esposa Pecadora por Sixteenth Child
Em Capítulo 1146, um capítulo marcante do aclamado romance de Romántica Esposa Pecadora, escrito por Sixteenth Child, os leitores são levados mais fundo em uma trama repleta de emoção, conflito e transformação. Este capítulo apresenta desenvolvimentos essenciais e reviravoltas que o tornam leitura obrigatória. Seja você um novo leitor ou um fã fiel, esta parte oferece momentos inesquecíveis que definem a essência de Esposa Pecadora.
Junto a la orilla del río estaba Ryan con un traje negro mirando tranquilamente la masa de agua que tenía delante. El hombre desprendía un aura de elegancia.
Madeline hizo esperar a Jeremy en el coche mientras se acercaba a Ryan por la espalda con el pastel en la mano.
"Estoy aquí, Rye. ¿Cómo está tu pierna?".
Ryan se giró lentamente.
El atardecer brillaba detrás de él. Había una mirada fría y peligrosa entre sus definidas cejas que Madeline nunca había visto antes. Aun así, él le dedicó una cálida sonrisa.
"Feliz cumpleaños". Madeline le entregó el pastel. "No se me ocurría qué regalo caro necesitarías de mí, así que mejor te hice un pastel".
"Gracias. Lo disfrutaré más tarde". Ryan tomó el pastel y lo miró fijamente. "¿Podrías abrirlo y encender una vela por mí? Me gustaría pedir un deseo".
"Por supuesto". Madeline abrió la caja y sacó una delgada vela, la cual clavó en el pastel.
No había llevado nada para encender la vela, pero Ryan sacó un mechero de su bolsillo y la encendió él mismo.
El atardecer trajo consigo el crepúsculo, y la vacilante llama de la vela bailó con la brisa.
No muy lejos, Jeremy estaba sentado en el coche observando la escena que tenía delante. Los agudos ojos del hombre se clavaron en Ryan mientras la escarcha parecía brotar de sus ojos.
Sabiendo que Jeremy la esperaba en el coche, Madeline tampoco quiso hacerlo esperar demasiado. Iba a volver al coche en el momento en que Ryan pidiera su deseo, soplara la vela y firmara los papeles.
Esto marcaría el final de su relación con Ryan.
Mirando fijamente a Madeline, que parecía estar sumida en sus pensamientos, los labios de Ryan se curvaron en una sonrisa intrigada.
"¿Sabes lo que he deseado, Eveline?", preguntó Ryan.
Madeline no tenía ni idea ni le interesaba saberlo. Se limitó a sonreír y responder: "Sea lo que sea, espero que se haga realidad".
Ryan asintió mientras su sonrisa se hacía más profunda. "Gracias. Estoy seguro de que así será".
Se dio la vuelta y recogió los papeles del divorcio del banco antes de volver a ponerse delante de Madeline.
"Estos son los papeles de divorcio que me diste antes".
"¿Los has firmado ya?", preguntó Madeline sintiéndose más alegre con cada segundo que pasaba.
Madeline frunció el ceño. "¿Qué quieres decir?".
"No quiero divorciarme, Eveline".
“...”.
"Seguirás siendo la señora Jones. Es un hecho que no va a cambiar", recalcó Ryan.
Que Ryan se retractara de sus palabras conmocionó a Madeline. "¿Por qué? ¿Por qué de repente te retractas de tus palabras?".
"Algún día lo entenderás, pero ese día no es hoy", respondió Ryan misteriosamente ante la frustración de Madeline.
Colocó el pastel en el banco y le lanzó a Ryan una mirada confusa y decepcionada antes de darse la vuelta.
Ryan se volteó para mirar el coche aparcado no muy lejos y de repente tiró de Madeline por la muñeca para abrazarla.
El aparentemente elegante caballero tenía sus brazos alrededor de Madeline de forma dominante en ese momento. Se inclinó y presionó con precisión sus labios contra los de Madeline.
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