Esposa Pecadora romance Capítulo 1148

"Está faltando a su palabra, ¿verdad, Linnie?".

Madeline asintió, pero no respondió. En su mente resonaban las palabras que Ryan le dijo a Jeremy: ‘Sin mencionar que Eveline y yo ya hemos copulado también’.

La cabeza de ella le palpitaba y de repente abrió la puerta para dirigirse al cubo de basura junto a la carretera, donde tiró el pastel.

Ella se dio la vuelta solo para encontrar a Jeremy ya de pie frente a ella.

El hombre no dijo nada. En cambio, puso una mano en el dorso de la de Madeline para atraerla a sus brazos. La abrazó con fuerza.

"No importa lo que él diga, no cambiará lo que siento por ti", la consoló, ya que comprendía lo que le preocupaba a Madeline. "Deja que yo me ocupe de ello, ¿de acuerdo? Le haré firmar los papeles".

Madeline levantó inmediatamente la vista con los ojos llenos de preocupación. "No dejes que se meta en tu cabeza, Jeremy. No quiero que te pase nada más".

Jeremy podía entender por qué Madeline estaba preocupada. "Quiero estar contigo durante mucho tiempo, tontita. No me pasaré de la raya otra vez, lo prometo".

"¿Pero sabes lo asustada que estaba hace un momento?".

"¿Te asusté?", preguntó Jeremy con una sonrisa gentil.

Madeline asintió, sus ojos empañados tenían una mirada seria. "No parecías tan aterrador ni siquiera cuando me odiabas en el pasado".

Jeremy sintió que su corazón se apretaba mientras se reía. "Asusté a mi Linnie, ¿eh? Bueno, eso no es bueno. Lo siento. Shh, está bien. Deja que te consuele, ¿de acuerdo?".

Se inclinó para sellar sus labios con los suyos y le dio un profundo pero hermoso beso.

"Vamos a casa, Linnie".

"Sí, a casa. Nuestro hogar".

Mirando a Jeremy, Madeline sintió que su estado de ánimo mejoraba sustancialmente mientras entraba en el coche.

Todavía era temprano cuando Madeline hizo que Jeremy los llevara a la Mansión Whitman.

Hacía un día entero que no veían a los niños y Madeline los echaba mucho de menos.

Al ver el miedo en los ojos de la niña, Jeremy sintió que su corazón se apretaba.

Él era el causante del miedo y la distancia de Lily.

Sin embargo, no tenía otra opción.

Era mejor no haber tenido nunca, que tener y perder.

Aun así, Lillian estaba eligiendo acercarse a él de nuevo. Se había abierto paso hasta situarse frente a él.

Parpadeando sus ojos redondos y claros, la niña se puso delante de Jeremy y levantó lentamente sus adorables brazos. Quería entregarle a Jeremy un papel.

Jeremy trató de controlarse, pero sus ojos se posaron en la palabra que estaba claramente escrita en el papel.

Tragó saliva mientras las lágrimas empezaban a llenar sus ojos y nublaban su vista.