Esposa Pecadora romance Capítulo 1157

Él le preguntó con un tono serio.

Madeline no quería perder el tiempo analizando al hombre, así que lo rodeó.

Cuando pasó por delante de su hombro, Ryan extendió la mano para agarrarla del brazo.

Madeline luchó, pero la fuerza de Ryan superó la suya. Mientras Madeline luchaba contra su agarre, Ryan la agarró por el hombro y la apretó contra la pared de enfrente.

"¡¿Qué quieres?!". Madeline miró fijamente a Ryan.

"No quiero hacerte daño", respondió Ryan con una mirada intrigante en sus ojos mientras miraba fijamente a una Madeline que se resistía. De repente él preguntó: "¿Quieres que Jeremy viva, Eveline?".

La expresión de Madeline cambió. "¿Qué estás tratando de decir?".

Ryan estaba tranquilo. "Ya deberías saber que Jeremy aún no se ha recuperado del todo".

"...".

La certeza en la voz de Ryan hizo que Madeline se congelara.

Él tuvo que estar siguiéndola porque, de lo contrario, no podría estar tan seguro.

"Hay una posibilidad muy alta de que el veneno en su cuerpo mute. Puede que ahora esté bien, pero es una bomba de tiempo".

Madeline apartó de repente a Ryan. "¿Qué consigues diciéndome todo esto? No es posible que me digas que tienes el antídoto".

Ryan negó con la cabeza. "No lo tengo, pero alguien más lo tiene".

La esperanza brilló en los ojos de Madeline, pero seguía sospechando de la declaración de Ryan.

Leyendo la sospecha en los ojos de Madeline, él respondió con seguridad: "Esa persona es Adam Brown".

¡Adam Brown!

Madeline miró al hombre decepcionada. "Debí estar ciega al pensar que eras un buen hombre, Ryan".

"Cada uno tiene su propia manera de afrontar las cosas y no creo que la mía tenga nada de malo". Ryan no estuvo de acuerdo y profundizó su sonrisa. "Entonces, ¿te gustaría jugar un juego conmigo? Si ganas, Jeremy vive. Pero si pierdes, comenzará la cuenta regresiva para la muerte de Jeremy y nadie podrá salvarlo".

Ryan aflojó su agarre de Madeline mientras continuaba: "Me enamoré de ti de verdad, por no decir que me has ayudado en mis momentos más bajos, así que puedo prometerte que no te haré daño. Tienes un minuto para pensarlo. ¿Vendrás a casa conmigo y seguirás siendo mi señora Jones, o...?".

¡Zas!

Madeline hizo un gran esfuerzo para darle un golpe en la cara a Ryan antes de que pudiera terminar de hablar.

Las afiladas cejas de ella se juntaron mientras una mirada de desagrado aparecía en las facciones de Ryan.

Sin miedo, Madeline levantó la mano para darle una bofetada de nuevo.

Sin embargo, esta vez Ryan le atrapó la mano y la miró fijamente con su penetrante mirada.