Esposa Pecadora romance Capítulo 1174

Sin embargo, Lillian solo negó con la cabeza y empezó a llorar aún más fuerte.

Jeremy sintió que su corazón se rompía en mil pedazos al ver las lágrimas de la pequeña.

'Esta niña debe estar totalmente decepcionada de un padre como yo'.

Él sonrió para sí mismo mientras pensaba que todo esto era consecuencia de sus actos.

Lillian lloró durante mucho tiempo en los brazos de Madeline. Finalmente, se durmió. Tal vez estaba cansada.

El médico se presentó una vez más para revisar a Lillian y notó que no había nada raro en ella.

Después de que el médico se excusara, Madeline consoló a Jeremy, quien estaba sentado al lado. "Jeremy, no te alteres demasiado. Lillian es todavía una niña pequeña".

"Es precisamente porque todavía es una niña que todas las emociones que expresa son las más genuinas", dijo Jeremy. Él miró deprimido a la niña que estaba profundamente dormida.

"Jeremy".

"Linnie, no voy a culparme más por esto". Jeremy tomó las manos de Madeline. "Cuidaré bien de Lillian. Haré que esta niña sepa que su padre la ama de verdad".

Madeline sonrió después de escuchar su promesa. Luego se dio la vuelta para conseguir los artículos de primera necesidad.

Ese día, Jeremy y Madeline estaban en el hospital cuidando de Lillian.

Lillian parecía haberse tranquilizado, pues ya no lloraba al ver a Jeremy.

Sin embargo, seguía tratando a Jeremy con frialdad. Lo ignoraba y no lo miraba en absoluto. Lo único que ella quería era que Madeline la cargara.

Jeremy solo podía soportar la tristeza por sí mismo, ya que era consciente de que todo se debía a sus actos.

Después de cenar, pusieron a dormir a Lillian. Justo cuando Madeline estaba limpiando los utensilios, Ryan la llamó de repente.

Ella no quería que Jeremy lo malinterpretara, por lo que contestó la llamada inmediatamente y dijo: "Entendido. Ahora iré y lo haré...".

Después de colgar la llamada, respiró profundamente y le mintió a Jeremy diciendo: "Jeremy, ha surgido algo urgente en la empresa. Tengo que hacer un viaje de vuelta. Cuida de Lillian".

Aproximadamente media hora después, Madeline regresó al hospital en taxi.

Se dirigió a la entrada de la sala sintiéndose cansada. Tras tranquilizarse, solo empujó la puerta para entrar.

Después de entrar, se dio cuenta de que Jeremy se agarraba la sien con una de sus manos mientras con la otra agarraba la pequeña mano de Lillian. Ambos se habían quedado dormidos.

Al ver al hombre dormido, Madeline se acercó a él cuando, de repente, se le ocurrió algo.

Observó el exterior de la sala. Al ver que no había nadie caminando, sacó una aguja desechable y un frasco de reactivo. Después de prepararlo todo, se acercó a Jeremy.

Madeline sabía cómo poner inyecciones, pero en ese momento sintió una sensación de ansiedad que nunca antes había experimentado. Incluso llegó a sentirse culpable.

Sin embargo, esta era una oportunidad única. Respiró profundamente y buscó la ubicación de las venas de Jeremy. Luego, sin más rodeos, inyectó la aguja.

Jeremy, quien sintió la sensación de pinchazo, abrió los ojos repentinamente y miró fijamente con enojo.