Esposa Pecadora romance Capítulo 1190

"Jeremy, no dejaré que te pase nada", prometió Madeline en voz baja.

Cuando Jeremy escuchó esas palabras, su corazón pareció dar un vuelco.

‘¿Qué acaba de decir?’.

‘¿No dejará que me pase nada?’.

‘¿Qué significa eso?’.

Jeremy estaba confundido, pero siguió fingiendo que dormía.

Madeline se dio la vuelta y volvió a su cama para acostarse una vez apagó las luces.

A través de la luz de la luna que iluminaba la oscura noche, Jeremy miró a Madeline, que dormía plácidamente. A él le resultaba difícil volver a dormirse.

***

Después de que Karen se enterara de que Madeline estaba gravemente herida y necesitó ser hospitalizada, preparó una nutritiva sopa para ella al día siguiente y también le entregó a Jeremy una tarjeta de invitación.

"Jeremy, esta es una invitación para el banquete del cumpleaños número 80 del Caballero Calver. Es pasado mañana por la noche. Deberías llevar a Eveline", le recordó Karen, mientras le servía un tazón de sopa a Madeline. Se lo entregó y le recordó: "Está bastante caliente, ten cuidado".

Madeline asintió distraída. Su mente estaba concentrada en lo que Karen acababa de decir.

Casualmente, Ryan ya le había pedido que asistiera al banquete con él como la señora Jones.

Aunque había inyectado la tercera dosis de antídoto, Madeline todavía tenía que seguir las órdenes de Ryan para curar completamente a Jeremy.

No quería arriesgar la vida de Jeremy.

"Jeremy, todavía me siento mal y Lillian aún no se ha recuperado. Será mejor que no vayamos", sugirió Madeline, aunque era por razones egoístas en realidad.

Jeremy siempre escuchaba a Madeline, así que aceptó inmediatamente. Apartó la tarjeta de invitación. "Nada es más importante que mi esposa. Siempre estaré contigo, Linnie".

Madeline sonrió felizmente porque podía sentir lo mucho que Jeremy la estaba complaciendo y mimando.

Cuando llegó el atardecer, Madeline encontró una excusa diciendo que estaba cansada y quería dormir un rato. Entonces le pidió a Jeremy que se ocupara del niño.

Jeremy tomaba cada palabra que decía Madeline como un decreto sagrado y siguió obedientemente todo lo que ella decía.

Después de que Jeremy cenara con su familia y sus hijos, Karen sacó la nutritiva sopa que había preparado cuidadosamente para Madeline. Le pidió a Jeremy que se la llevara a Madeline. "Como ha perdido mucha sangre, necesita más hierro".

Karen continuó: "Jeremy, ve y dale esto a tu esposa. Asegúrate de que lo tome mientras esté caliente".

Jeremy tomó el tazón y subió las escaleras. Le preocupaba perturbar el sueño de Madeline, así que llamó suavemente a la puerta. Sin embargo, no oyó ningún ruido en la habitación.

"Linnie, soy yo", dijo Jeremy mientras giraba el picaporte solo para descubrir que la puerta estaba cerrada.

Le pareció extraño y abrió la puerta con la llave. Al entrar, no encontró a nadie en la habitación.

Madeline se había ido.