Esposa Pecadora romance Capítulo 1191

En ese momento, Madeline se encontraba en el coche camino hacia el hotel donde Caballero Calver estaba celebrando su banquete de cumpleaños.

Entró en el baño del hotel, se puso el vestido y se ató el pelo en una coleta baja.

Madeline ni siquiera se molestó en maquillarse y salió del baño con zapatos informales.

Volvió a recibir otra llamada de Ryan. Madeline contestó impacientemente: "Estoy aquí".

"¿Sí?". Ryan pareció sorprendido. "Entonces busca un lugar para esperarme. Estaré allí pronto".

"Hablaremos cuando estés aquí". Madeline colgó la llamada fríamente y se dirigió sola al salón de banquetes.

Mientras caminaba por el largo pasillo, Madeline tenía la ligera impresión de que alguien la seguía.

Miró hacia atrás, pero no vio a nadie.

Madeline pensó durante un rato antes de detenerse para dar la vuelta y regresar rápidamente.

Cuando pasó por la escalera de emergencia, se detuvo y se dio la vuelta con decisión mientras empujaba la puerta de la escalera.

"¡Ah!".

La mujer que se escondía detrás de la puerta no tenía ni idea de que Madeline entraría de repente y recibió un golpe en la cabeza. Gritó de dolor.

Madeline agarró con fuerza la muñeca de la mujer. "¡Eres tú otra vez! ¿Quién eres tú? ¿Por qué me has estado siguiendo y vigilando en secreto?".

Preguntó y movió la mano hacia las gafas de sol de la mujer.

"¡Es mejor que no sepas quién soy, Eveline! Me temo que, si lo descubres, te desmayarás", dijo la mujer con una mueca amenazadora y, de repente, empujó brutalmente a Madeline para escapar.

Madeline no dudó y estiró el pie bajo la mujer.

"¡Ahhhhh!". La mujer tropezó con el pie de Madeline y cayó hacia delante para luego rodar por las escaleras. Todavía se la oía gritar.

Después de que Madeline descubriera quién era, un rastro de pánico brilló en los ojos de Lana. Sin embargo, una sonrisa siniestra apareció rápidamente en su rostro. "¿Cómo te sientes, Eveline? ¿Estás molesta? Te dije que te desmayarías si descubrías quién soy...".

¡Paf! Madeline se negó a darle a Lana la oportunidad de seguir hablando y la abofeteó con fuerza. Estaba furiosa. "¡Esto es por mi hija, a la que has convertido en muda!".

Lana soportó el dolor y miró a Madeline apretando los dientes. "Eveline, tú...".

¡Paf! Madeline volvió a abofetearla.

"¡Esto es por hacer que alguien secuestrara a mi hija y por casi matarla!".

“...”.

¡Paf! ¡Paf!

Madeline usó toda la fuerza que le quedaba para darle dos bofetadas más. Las mejillas de Lana estaban rojas y con claras huellas de manos en ellas.