Esposa Pecadora romance Capítulo 1274

"¿Eveline?". Eloise se despabiló y abrió sus grandes y bonitos ojos. Ella examinó a Madeline con una mirada crítica. Luego negó la cabeza. "Ella no es Eveline, no".

Madeline sintió que algo en su interior se rompía en pedazos cuando escuchó a Eloise negarla.

Ella miró a Eloise, quien estaba detrás de Sean, con una mirada cautelosa mientras las lágrimas comenzaban a brotar.

Madeline se recompuso y le dijo a Sean: "¿Por qué actúa así? ¿Por qué no me reconoce? Papá, ¿qué está pasando?".

Sean dejó escapar un largo suspiro y dijo mientras se sentía desconsolado: "Todo es por culpa de Lana".

"¿Lana?".

Sean asintió, sus ojos brillaban con un profundo odio hacia Lana.

"Por su culpa, nuestro patio se convirtió en cenizas. Tu madre pensó que estabas en problemas cuando sucedió el incendio. Y desde entonces, no ha dejado de decir que quiere localizarte. Día tras día, sigue murmurando tu nombre cientos de veces, o incluso miles de veces...".

En ese momento, Sean se atragantó con sus palabras. Él tomó la mano de Eloise. En sus ojos aún se reflejaba el indescriptible dolor y cuidado que sentía por Eloise.

"Poco después, tu madre se puso así porque te extrañaba desesperadamente. Ahora, ella no puede reconocer a nadie más que a mí. No solo eso, sino que su inteligencia también ha disminuido. A veces, no puede realizar ni siquiera las tareas cotidianas más básicas".

Madeline sintió que su corazón estaba siendo atravesado por un cuchillo afilado después de escuchar la explicación de Sean. El sentimiento hiriente se filtró en lo más profundo de su médula ósea.

"No nos preocupemos por ella, Sean. Vamos a buscar a Eveline". Eloise miró a Madeline con calma. Ella agarró la mano de Sean con fuerza, su expresión se volvió nerviosa y preocupada de repente. "Sean, ¿crees que quizás Eveline no está dispuesta a perdonarnos? ¿Será por eso que esa niña se ha escondido y no quiere encontrarse con nosotros?".

Mientras Eloise hablaba, empezó a culparse a sí misma. "Todo es culpa mía, es mi culpa. No reconocí a Eveline y confundí a esa señora mala con mi hija. He defraudado a Eveline y la he hecho sufrir mucho. No soy una buena madre. Eveline nunca me perdonará. Ella nunca...".

Madeline continuó llorando cuando escuchó los murmullos llenos de culpa de Eloise.

"Eloise, tenemos un invitado aquí. ¿No habías preparado ya algunos bocadillos? Si están listos, sácalos para que nuestro invitado los pruebe", le recordó Sean mientras le daba unos golpecitos a la mano de Eloise. Como si estuviera reconfortando a un niño pequeño, fue paciente a la hora de guiar a Eloise para que realizara sus actividades diarias.

La expresión de Eloise cambió repentinamente y puso una sonrisa en su rostro. Miró a Madeline y sonrió. "Por favor, espera un momento. Iré a buscarte unos bocadillos para comer".

Madeline asintió mientras sentía que su interior se retorcía de pena. "Muy bien, te esperaré".

"Mmm", respondió Eloise con satisfacción. Luego se dio la vuelta y se fue a la cocina.

Sean se acercó y tomó la mano de Madeline. "Eveline, ven y siéntate a mi lado".

Madeline se adelantó y se sentó. "Papá, ¿todavía recuerdas lo del incendio que se produjo en nuestra casa aquel día? ¿Por qué tú y mamá están ahora de repente en el País Y?".