Esposa Pecadora romance Capítulo 1303

Después de haber tomado su decisión, Madeline fue a buscar a Ryan.

El hombre estaba sentado tranquilamente en el patio con un libro en la mano y una taza de café.

El sol de la tarde le daba en la espalda, añadiendo un tono cálido a sus hermosas facciones.

Debajo de sus rasgos suaves y definidos había una persona completamente diferente, una persona que le daba escalofríos a la gente.

Madeline cerró sus dedos en un puño, pero se acercó a él de todos modos.

Ryan la vio por el rabillo del ojo y levantó sus ojos sin fondo para mirarla con interés. Los pequeños y delicados rasgos de Madeline se reflejaron en su mirada.

El hombre parecía orgulloso de su obra cuando sus ojos se posaron en el nuevo y refrescante corte por encima de los hombros de ella.

"¿En qué puedo ayudarte? O tal vez, ¿ya tomaste tu decisión?". Ryan cerró el libro mientras una sonrisa confiada iluminaba los rasgos caballerosos del hombre.

Madeline se acercó a él. Al ver al hombre que tenía delante, se sorprendió al encontrar una sensación de inquietud que aparecía en su pecho.

"Ryan".

"¿Mmm?". El hombre tarareó perezosamente mientras sus ojos recorrían el rostro de Madeline. "No hace falta que andes con rodeos".

"Muy bien". Madeline dejó de dudar y se enfrentó a la mirada sombría y poco clara del hombre. "¿Dejarás ir a mis padres alguna vez? ¿Aunque escuche todo lo que digas y viva como tu marioneta como deseas?".

"Te equivocas". Ryan se puso en pie, su negación despertó la esperanza en los ojos de Madeline.

Ryan sonrió cuando captó el nuevo brillo en los ojos de Madeline. "Mientras prometas escuchar y ser obediente, no solo dejaré de meterme con tus padres, sino que incluso los mandaré de vuelta a Glendale cuando llegue el momento. Podrán continuar con sus días tranquilos".

Una sonrisa adornaba los rasgos de Madeline ante su afirmación. "¿De verdad?".

Ryan asintió. "Todo dependerá de tu comportamiento".

Sus siguientes palabras golpearon a Madeline como un balde de agua fría.

La sonrisa de ella se desvaneció. "¿Así que mientras haga lo que quieras, realmente dejarás ir a mis padres? ¿Y qué hay de mí? ¿Me dejarás libre algún día?".

Madeline miró fijamente a Ryan y sintió que su corazón se enfriaba cuando el hombre esbozó una sonrisa de repente.

"Nunca", respondió Ryan secamente. "Nunca te dejaré ir".