Esposa Pecadora romance Capítulo 1306

Ryan se quedó mirando a Madeline con disgusto por unos segundos antes de llamar a gritos a una sirvienta: "¡Que venga el Doctor Brown, rápido!".

La sirvienta asintió y aceptó la orden, y luego buscó a Adam desesperadamente, quien se encontraba en ese momento en el laboratorio subterráneo.

Al entrar en la habitación, Adam se encontró con Madeline sangrando por las manos y las piernas mientras estaba sentada en la esquina de la cama. Había una gran mancha de sangre en el colchón. La visión de la misma era escalofriante.

"Cura sus heridas". Ryan se llevó una mano a la frente y salió de la habitación con una expresión de exasperación.

Adam buscó de inmediato su botiquín y frunció el ceño mientras miraba a Madeline, quien estaba mentalmente agotada pero también tensa.

"Te dije que dejaras de actuar tan precipitadamente, ¿verdad?". Adam bajó la voz intencionadamente y miró a la puerta por el rabillo del ojo. "¿Por qué no pueden tú y tu marido dejar de ser tan tercos?".

La mirada de Madeline se desvió al observar la expresión indiferente de Adam. Ella no sabía a quién se refería Adam con ese “marido” que había mencionado.

Adam notó el cambio en la expresión de Madeline, pero no reaccionó.

"Mantén el agua lejos de tus heridas. Vas a ser tú la que sufra si se infectan".

Ryan apareció entonces junto a la puerta justo cuando Adam terminó de recordarle esto a Madeline.

Madeline se mostró recelosa cuando Ryan se acercó a ella. Lo único que quería era distanciarse aún más del hombre.

Sin embargo, Ryan continuó caminando hacia ella y la cargó como una princesa en contra de su voluntad.

"¿Qué estás haciendo? ¡Suéltame, Ryan!". Madeline estaba aterrorizada de que el hombre volviera a tratar de violarla. Ella quería escapar.

Ryan guardó silencio y llevó a Madeline a su habitación. La arrojó sobre la cama y se dio la vuelta para marcharse con una mirada fría.

Madeline corrió tras él de puntillas, pues sus piernas estaban vendadas, pero Ryan ya había cerrado la puerta con llave.

Prefería sangrar antes que dejar que él la tocara.

¿Acaso él palidecía en comparación con Jeremy Whitman?

Él se burló al tener una epifanía repentina y tomó su teléfono junto a la mesa de estudio. Buscó un número concreto en la lista de contactos y lo marcó.

Jeremy estaba comprobando todas las grabaciones de vigilancia por las que había pasado el coche de Ryan para localizar la última ubicación del hombre cuando su teléfono sonó de repente.

Él miró la pantalla y se quedó atónito por un momento. Contestó el teléfono y se sorprendió aún más al darse cuenta de que era una videollamada.

"¿Ryan?".

"Soy yo". La voz de Ryan resonó en la línea, y la pantalla de Jeremy mostró entonces claramente la siniestra sonrisa de Ryan. "Te sorprende que te haya llamado por vídeo, ¿verdad? Eso es porque tengo algo bonito aquí que me gustaría que vieras".