Esposa Pecadora romance Capítulo 1399

La escena atravesó el corazón de Madeline.

Ella se puso de pie rápidamente y corrió hacia Eloise, quien estaba inconsciente en el suelo. "¡Mamá! ¡Mamá!".

Madeline no sabía si Eloise simplemente se había desmayado o si era algo peor, pero no había respuesta de ella por más que Madeline la llamara.

Eloise estaba atada con cuerdas gruesas tan apretadas que le habían producido líneas de moretones en los brazos. La cara tenía una capa de suciedad y polvo, y el pelo estaba completamente desordenado. Era una vista lamentable.

"¡Mamá! Despierta, mamá. Eveline está aquí. Querías verme, ¿verdad?".

Madeline desató rápidamente la cuerda y cargó a Eloise hasta ponerla de pie antes de colocarla contra la pared.

"Mamá".

Ella la llamó un par de veces más, pero Eloise no respondió.

Madeline se levantó de golpe y se enfureció cuando vio que el hombre abría el maletín y miraba el dinero con ojos brillantes y codiciosos.

"¿Qué le has hecho a mi madre? ¿Por qué no se despierta?", preguntó Madeline furiosa.

El hombre se llevó el cigarrillo a la boca mientras respondía con desprecio: "La muy loca no dejaba de lamentarse porque buscaba a su hija o algo así. Era muy irritante, así que la hice callar y le di una dosis de pastillas para dormir. Eso fue todo".

Madeline apretó sus puños de repente.

Observando al hombre que contaba alegremente el dinero, ella bajó su mirada para susurrarle a la insignia de la rosa en su cuello. "Lo has escuchado, ¿verdad, Jeremy? A mamá le han dado una dosis de somníferos y sigue inconsciente. No puedo sacarla sola ahora. Llama primero a la policía y luego...".

"¡M*erda! ¿Con quién estás hablando?".

La voz irritada de un hombre sonó desde atrás. Madeline no tuvo tiempo de darse la vuelta cuando el hombre alargó la mano para quitarle la insignia de la ropa a Madeline.

Aunque parecía una insignia normal con forma de rosa, la insignia también servía como localizador y dispositivo de contacto.

El hombre acabó arrancando el primer botón de la camisa de Madeline debido a su actitud brusca.

"...".

El hombre se mostró sorprendido por el aura feroz de Madeline, y sus ojos se llenaron de admiración.

"Qué carácter tienes, Señora Whitman, pero creo que te has olvidado de algo", le recordó el hombre y señaló a Eloise detrás de él. "Mi tercera opción".

La mirada de Madeline se agudizó. "¿Qué estás haciendo?".

El hombre sonrió siniestramente y se dirigió hacia Eloise antes de sacar una navaja de su bolsillo. Abriéndola, apuntó la hoja al cuello de Eloise.

"¡No te atrevas a jugar!". Madeline lo detuvo.

"¡Si quieres que tu madre esté a salvo, tira ese bate y acércate obedientemente!".

Madeline tiró el bate de béisbol a un lado y caminó hacia el hombre sin miedo.