Esposa Pecadora romance Capítulo 1402

Ella solo tenía un deseo y ese era salvar a Madeline.

Madeline tampoco se esperó que la fuerza de Eloise creciera de forma tan exponencial para salvarla a “ella”.

Ella terminó retrocediendo dos pasos antes de chocar con la estantería que estaba a su lado.

La estantería se tambaleó dos veces como si estuviera a punto de caer.

El golpe le dolió un poco, pero Madeline no tuvo tiempo de preocuparse por sí misma, ya que vio que Eloise ya estaba entrando en el fuego.

"¡Mamá!", gritó y corrió a abrazar a Eloise mientras las lágrimas caían libremente de sus ojos ardientes.

"Mírame, mamá. ¡En serio soy tu Eveline!". Madeline abrazó a Eloise y recalcó las palabras.

"Mi Eveline...". Eloise se quedó atónita durante dos segundos mientras miraba el rostro de Madeline con perplejidad. Sus ojos estaban llenos de dudas y preguntas. "No, no es así. Eveline nunca hablaría conmigo. Me odia. No eres... cof, cof, no eres...".

Madeline apretó sus brazos alrededor de Eloise. "Eveline dejó de odiarte hace mucho tiempo, mamá. Sé que no me has hecho daño a propósito. Eveline ya no te culpa".

"¿Eveline ya no me culpa?". Las palabras de Madeline parecían haber penetrado en Eloise, quien levantó la mano para tocar las mejillas llorosas de Madeline. Sus delicadas cejas se fruncieron. "¿De verdad que ya no me culpas, Eveline?".

Madeline asintió y apretó la mano de Eloise. "De verdad. Eveline ya no culpa a su mamá. Eveline ama a su madre. Cof, cof".

Eloise pareció haber entendido a Madeline y esbozó una sonrisa de alivio. "¿Vendrás a casa conmigo entonces, Eveline?".

"¡Sí! ¡Me iré a casa con mamá! ¡Nuestra familia ya no estará separada!".

"Está bien". Una sonrisa cariñosa se dibujó en el rostro de Eloise. Ella levantó su mano para acariciar la cabeza de Madeline, pero una mirada de horror tiñó de repente su amable mirada.

"¡Linnie! ¡Linnie!". Madeline escuchó a Jeremy gritar desgarradoramente antes de que sus sentidos se vieran abrumados por la alta temperatura ardiente que la rodeaba.

En medio de la confusión, ella creyó sentir una ráfaga de aire fresco sobre ella. Estaba acompañada de un aroma y una sensación ya conocida de seguridad que poco a poco fue calmando su ansiedad y miedo interior.

"Jeremy...", murmuró Madeline, viendo la cara de Jeremy que aparecía vagamente en su visión borrosa antes que todo lo que tenía delante de sus ojos se volviera negro.

Ella comenzó a tener pesadillas sobre Eloise aún aplastada bajo la estantería y cubierta de sangre.

No paraba de gritar “mamá, mamá”, pero Eloise nunca se despertó.

"Linnie. Linnie, ¿estás despierta?".

La magnética y suave voz del hombre llegó a sus oídos y los ojos de Madeline se abrieron de golpe. Cuando ella se sentó, sus ojos estaban llenos de confusión. "¡Mamá! ¡Jeremy!".