Esposa Pecadora romance Capítulo 1436

Sin embargo, con cada paso que daba, sentía que la vista le daba más vueltas. Vio que había un fregadero más adelante. Pensó en remojarse con un poco de agua para despertarse. Sin embargo, antes de llegar al fregadero, su cuerpo perdió todas sus fuerzas.

De repente, Madeline se dejó caer al suelo. "Jeremy...".

Ella murmuró mientras sus párpados se cerraban pesadamente. Al final, solo vio esa cara que se parecía a la suya revelando una sonrisa malvada...

Apenas Jeremy terminó de trabajar, se dirigió a la Mansión Whitman de inmediato. Una vez que entró en la casa, vio a los tres niños reunidos y jugando. Karen estaba acompañando a Eloise a su lado y buscaba temas para hablar con ella de vez en cuando.

Aunque Eloise parecía no entender, al menos el ambiente no era tan deprimente.

Sin embargo, lo que más le molestaba era no ver a Madeline por ningún lado.

Jeremy colocó el postre que acababa de comprar delante de los tres niños. Jackson parpadeó con su bonito par de ojos grandes cuando vio que Jeremy les daba el pastel.

"Papi ha comprado pastel, pero mami dice que dentro de un rato hará una pastel para que comamos Pudín, Lillian y yo".

"¿Mami ha salido?", preguntó Jeremy curiosamente.

"Eveline dijo que había ido a comprar algunos ingredientes para hacer un pastel. Ha estado fuera por casi media hora. Creo que volverá pronto", explicó Karen.

Jeremy asintió y guardó el pastel que había comprado.

"Entonces, haremos el pastel con ella y lo comeremos juntos. ¿Qué les parece?", sugirió Jeremy. En el fondo de su corazón, él quería hacer algo con los niños que fuera interactivo y cálido, especialmente con Lillian.

Fue como si Lillian lo entendiera. Ella levantó sus dulces hoyuelos y sonrió.

Jeremy quiso cargar a la princesita, pero de repente sintió que le jalaban los pantalones. Miró hacia abajo y vio a la pequeña Pudín arrastrándose por la alfombra mientras le jalaba los pantalones a Jeremy con todas sus fuerzas.

Jeremy no tuvo más remedio que bajar a Lillian y agacharse para cargar a Pudín.

"Pa... Pa...". Con mucho esfuerzo, Pudín soltó esas dos palabras que no se escuchaban lo suficientemente claras. Sin embargo, Jeremy se alegró mucho al oírlas.

"Pudín, espera a que vuelva mami. Haremos el pastel y lo comeremos juntos, ¿está bien?". Jeremy miró la carita del niño y lo animó. Él miró la hora, sacó su teléfono y se dispuso a llamar a Madeline. En cuanto desbloqueó su teléfono con la contraseña, escuchó unos pasos en la entrada.

"Jeremy, he regresado".