Esposa Pecadora romance Capítulo 1449

Jackson sacó un caramelo de su bolsillo y lo lanzó contra las puertas de hierro. Luego parpadeó con sus inocentes ojos llenos de vida y se dirigió a la oficina del guardia. Lo llamó con una voz nítida.

"¡Señor!", gritó con una voz suave y llena de alegría infantil.

Un hombre de mediana edad salió de la oficina y le preguntó amistosamente: "¿Qué pasó, amigo?".

"Señor, el caramelo que me dio mi hermana se ha caído fuera". Jackson parpadeó con sus ojos claros y señaló con su adorable dedo las puertas de hierro. Luego miró a Lillian, quien caminaba lentamente hacia él. "Si pierdo el caramelo, mi hermana se pondrá triste. No quiero que se ponga triste. ¿Puedes ayudarme a recuperarlo, señor?".

El guardia no tenía ni idea de que este era el plan de Jackson.

Lógicamente, no sospechó nada de un niño tan inocente e ingenuo, así que consoló a Jackson: "Te ayudaré a recuperar el caramelo. Tu hermana no se enfadará contigo".

"Gracias, señor". Jackson agradeció adorablemente.

Vio como el guardia se acercaba a abrir la puerta lateral y luego se movió a recoger los caramelos que había arrojado el pequeño un momento atrás.

Sin embargo, en ese momento, Jackson se escabulló rápidamente por la puerta lateral.

Después de recoger el caramelo, el guardia vio a Jackson corriendo en otra dirección. Lo persiguió de inmediato. "Oye, ¿qué estás haciendo? ¡Regresa ahora!".

"Lo siento, señor. Tengo que buscar a un amigo. Regresaré pronto", se disculpó Jackson mientras corría en la dirección en la que se había ido Fabián.

Por supuesto, el guardia no se quedó tranquilo. Se giró para ver otra figura diminuta que salía y, cuando se fijó mejor, vio que era la hermana de Jackson que este había mencionado antes.

Para evitar que dos niños desaparecieran, el guardia se giró hacia atrás y detuvo a Lillian.

Jackson no sabía lo que estaba pasando detrás de él. Cuando corrió hacia el cruce, vio a Fabián cruzando la carretera. El pequeño movió sus pequeños brazos. "¡Oye!".

Cuando Fabián escuchó la voz familiar, se dio la vuelta para ver a Jackson de pie al otro lado de la carretera saludándolo. Además, llevaba en la mano la caja que le había dado un momento atrás.

Lillian levantó sus ojos llorosos y lo miró. Sin embargo, luego se enterró más en los brazos del guardia.

Esto hizo que el guardia sospechara aún más. "Dijiste que esta niña te conoce, pero creo que no solo no te conoce, sino que tampoco quiere prestarte atención".

"...".

Fabián no entendía por qué Lillian lo trataba así. Él podía sentir que su corazón se partía cada vez más.

El guardia miró a Fabián. "Debes irte ahora. Si no lo haces, llamaré a la policía".

Después de decir eso, Jackson llegó corriendo justo a tiempo.

"Señor, este tipo no es una mala persona. Él realmente conoce a mi hermana".