Esposa Pecadora romance Capítulo 1454

Aquel año, su cara estaba sonrojada porque se sentía arrepentida. Ella dijo: "Lo siento, solo tengo un dólar conmigo".

Esa voz de ella era como el agua de un manantial cuando se introducía en su pesado e inquieto corazón.

Ese único dólar lo ayudó a cumplir su sueño.

Ryan sonrió de repente. Sus ojos grises reflejaban el rostro de la mujer que realmente amaba y admiraba. De repente, sintió que aquello era ridículo.

"Eveline", le gritó a Madeline: "Gracias".

‘Gracias por aparecer en mi vida y gracias por perdonarme al final’.

"Ryan, ¿por qué no corres? ¡Corre!".

¡Boom!

El yate explotó de repente. La fuerte corriente de aire y calor se aproximó a Madeline.

"¡Ah!".

Madeline gritó mientras se cubría apresuradamente la cara con las manos. Sin embargo, no pudo detener esa fuerza.

Fue lanzada muy lejos. En ese momento, solo podía sentir el calor en su cara y el zumbido en sus oídos. Todos los pensamientos de su cabeza habían sido desvanecidos.

Ella escuchó que alguien gritaba mientras perdía la calma por el miedo. Sin embargo, ella empezó a perder poco a poco la vista y los sentidos...

Al cabo de un tiempo, Madeline sintió la luz del sol deslumbrante en las esquinas de sus ojos. Intentó abrir los ojos, pero sintió un dolor extremo que se extendía por su cara y su piel.

"Auch". Madeline no pudo evitar soltar un gruñido de dolor.

"Señor, creo que está despierta". Ella escuchó la voz de un hombre de edad media desde su lado.

Al escuchar esto, Madeline sintió que un terror desconocido surgía del fondo de su corazón.

Ella pensó en lo que había pasado antes de perder el conocimiento. El yate explotó cuando Ryan aún estaba en la plataforma. Después de eso, el calor de la explosión hizo que se desmayara.

Aparentemente, ella estaba muy herida.

Sin embargo, Madeline no sabía lo grave que era su condición.

Ella se quedó dormida de nuevo. Mientras estaba aturdida, sintió que el médico la atendía. Le dolía, pero no tenía fuerzas para luchar o retroceder.

Durante los tres días siguientes, Madeline dependió de un goteo de suero para alimentarse y fortalecerse. Al cuarto día por fin tuvo la energía necesaria para levantarse de la cama.

Madeline por fin se dio cuenta de que se encontraba en una mansión de estilo inglés extremadamente hermosa y elegante. Por la decoración y la renovación del lugar, se dio cuenta de que el propietario tenía un alto estatus social.

Una sirvienta ayudó a Madeline cuidadosamente para que llegara al baño. Madeline le dio las gracias y entró. Sin embargo, cuando se vio en el espejo, sintió como si la sangre de su cuerpo se hubiera congelado al instante.