Esposa Pecadora romance Capítulo 1510

Madeline recién llegó a la puerta de la habitación. Con el rabillo del ojo, vio a Jeremy siguiéndola de cerca. Por ello, se detuvo y giró su cabeza.

Jeremy le dedicó una leve sonrisa cuando vio que Madeline estaba girando su cabeza para mirarlo.

Él se acercó a ella con elegancia. Luego dudó por dos segundos antes de hablar: "Siento que te hayan hecho daño".

"...". Madeline se quedó ligeramente sorprendida. Ella pensó que el tono y la mirada de Jeremy estaban un poco fuera de lugar cuando le dijo esto.

"Señor Whitman, ¿no me va a culpar por haber dejado en ridículo a la Señora Whitman hace un momento?", preguntó Madeline.

"No creo que nadie esté dejando en ridículo a mi mujer", respondió Jeremy con una sonrisa. Él estaba de muy buen humor.

Esto desconcertó aún más a Madeline, y también la hizo reflexionar.

Justo cuando iba a hablar, vio que Naomi se acercaba a la espalda de Jeremy. Por ello, Madeline extendió su mano y empujó la puerta que estaba frente a ella.

"La Señora Whitman está aquí, así que debería ir a consolarla primero, Señor Whitman".

Cuando Madeline terminó de hablar, ella entró en la habitación y cerró la puerta.

Ella no sabía si estaba haciendo un berrinche cuando dijo eso, pero sí que se enfureció cuando miró a Naomi.

Cuando Naomi vio a Madeline entrar en su habitación, se dirigió a Jeremy para contarle sus quejas. "Jeremy, es solo un malentendido. No era mi intención quitarle la máscara a Quinny. Solo lo hice por preocupación y con buenas intenciones", dijo Naomi lastimosamente mientras miraba el rostro apuesto y con expresión fría de Jeremy.

"Jeremy, tú sabes la clase de persona que soy en el fondo de tu corazón. ¿Cómo podría hacer algo que avergonzara a los demás?".

Jeremy levantó sus ojos para mirar fijamente la cara que tenía delante. Él dijo: "Tienes razón. Sé qué clase de persona es Linnie, así que no tienes que explicarme nada".

Después de escuchar eso, Naomi dejó escapar un suspiro de alivio. "Jeremy, sabía que confiarías en mí".

Madeline no sabía si era algo psicológico o si se debía a que Adam era realmente un médico muy hábil. Al cabo de medio mes, Madeline sintió que el color de la zona quemada de su cara se había reducido. Las costras empezaban a formarse en sus heridas y comenzaban a desprenderse. La cicatriz de la frente también se había desvanecido y ya no era visible.

Ese era el día número treinta del tratamiento. Madeline se tumbó en el sillón y sintió el líquido frío que fluía por su cara. Sentía que la calmaba. Ya no tenía la sensación de calor, sequedad y picor en la cara.

"Podrás ver el resultado media hora después de ponerte esta compresa fría". La voz de Adam se deslizó suavemente en los oídos de ella.

Madeline parpadeó nerviosa. Entonces, vio de reojo a Cathy entrando con algunas frutas y bebidas. Ella quiso saludarla, pero sabía que Cathy no la reconocía aún.

Madeline se acostó tranquilamente. Esa media hora le pareció una eternidad.

Cuando sonó el despertador, Madeline abrió los ojos bruscamente. Vio que Adam le estaba sonriendo levemente desde un lado.

"No estés tan nerviosa. Levántate y lávate la cara antes de mirar tu cara actual".