Esposa Pecadora romance Capítulo 1511

Aunque Adam le había dicho que no se preocupara, Madeline seguía sintiéndose ansiosa.

Ella se lavó la cara en el baño, pero no se atrevió a alzar la cabeza para mirarse en el espejo.

Sin embargo, cuando se estaba lavando la cara, pudo sentir que su piel se había vuelto más suave. Aunque su rostro había mejorado progresivamente a lo largo de los 30 días de tratamiento, su piel nunca había sido tan suave.

Madeline se emocionó, pero siguió lavándose la cara cuidadosamente. Al final, utilizó una toalla para secarse las gotas de agua de la cara.

Después de un largo tiempo, ella por fin se animó a alzar la cabeza.

El espejo que tenía delante era amplio y la luz que había encima de su cabeza era brillante. Madeline podía ver claramente el estado de su cara.

Se miró en el espejo y levantó su mano para tocarse la cara con algo de desconcierto.

En ese momento, Adam apareció detrás de Madeline.

"Acabo de añadir un ingrediente especial al gel. Ayuda a potenciar la reconstrucción del colágeno y los tejidos de la capa de la piel, así que por eso tu cara se siente más plana y delicada ahora".

Después de escuchar lo que dijo Adam, los ojos de Madeline se iluminaron.

Adam vio la alegría en la cara de Madeline, pero aún así tuvo que decirle la verdad.

"Sin embargo, esto es solo temporal".

"¿Temporal?". La sonrisa en el rostro de Madeline se desvaneció. Se dio la vuelta y preguntó nerviosa: "¿Estás diciendo que podría volver a ser como era?".

"No, solo quiere decir que pasará mucho tiempo antes de que puedas recuperar tu aspecto original. Las costras se te han caído hace poco y las marcas rojas de la cara aún no podrán desaparecer del todo. Sin embargo, si te pones algo de maquillaje, las marcas rojas podrían dejar de ser visibles".

Madeline permaneció en silencio por unos segundos después de escuchar eso. Después de un rato, una sonrisa apareció de nuevo en su cara.

Madeline empezó a sentir pena por esta mujer. "Gracias, Amy, pero tengo que ocuparme de algunas cosas, así que me iré ahora".

Después de decir eso, el teléfono de Adam sonó. "Amy, tengo que atender esta llamada. Ayúdame a acompañar a la Señorita Montgomery a la salida".

"De acuerdo", contestó Amy y se dirigió hacia afuera con Madeline.

El cielo aún no estaba oscuro, pero el atardecer de principios de invierno era muy frío.

Madeline salió por la puerta y vio a Cathy siguiéndola. "Amy, deberías entrar. Puedo llamar a un taxi al lado de la carretera".

Cathy sonrió y asintió. Sin embargo, en su rostro había un matiz de melancolía.

Madeline tenía muchas cosas que decirle a Cathy, pero recordó lo que dijo Adam. Esperaba que Cathy pudiera tener una vida tranquila y no ser molestada por Felipe. Por ello, Madeline no dijo nada.