Esposa Pecadora romance Capítulo 1565

Madeline miró la puerta cerrada con desconfianza y pudo adivinar el motivo por el que Camille la buscaba.

Toc, toc.

Camille volvió a tocar la puerta y habló al mismo tiempo.

"Eveline, sé que estás ahí. Abre la puerta".

Sin pensarlo más, Madeline se acercó y abrió la puerta.

Cuando Camille vio que la puerta estaba abierta, miró a Madeline, quien estaba de pie frente a ella. Ella guardó silencio durante unos segundos antes de hablar.

"Quiero pedirte perdón por lo que ha pasado hace un momento, y agradecerte que me hayas impedido beber ese plato de sopa a tiempo".

Cuando Madeline escuchó las palabras de agradecimiento de Camille, no se sorprendió mucho.

Cuando se acordó de la severidad con la que Camille había regañado a Ada y a su madre después de ver sus trucos con la cabeza despejada, Madeline supo que Camille era una persona que distinguía el bien del mal.

Por eso ya se esperaba que la buscara.

Su capacidad de disculparse así era suficiente para explicar su carácter.

Madeline sonrió. "No pasa nada, Señora Gray. Lo que importa es que esté bien".

Camille asintió ligeramente. Sus hermosos y largos ojos delgados se quedaron mirando la cara de Madeline por un momento. "Tú también eres una chica muy astuta. No soy tan estúpida".

Al escuchar eso, Madeline miró confundida a Camille.

"No había ningún pendiente en el bote. Fuiste tú quien lo puso".

La respuesta de Camille hizo que Madeline se diera cuenta de repente de algo. Lo que Madeline no se esperaba es que Camille se hubiera dado cuenta de su truco en ese momento, pero no mencionara nada.

"La verdad es que no hay ninguna cámara de vigilancia en el pasillo. La gente con mala conciencia tendrá miedo y revelará sus propias maldades".

Madeline no sabía que Camille también era tan astuta, y eso la sorprendió.

"Aunque no estoy muy satisfecha contigo, al menos no tienes malas intenciones". Las palabras de Camille sonaron como un cumplido para Madeline. "Mientras seas sincera con Carter, no te trataré mal como tu futura suegra".

"...".

Las imágenes del sueño eran muy reales, y su corazón seguía latiendo erráticamente cuando se despertó.

Cathy miró a los dos niños que dormían a su lado, se levantó y bajó las escaleras con precaución.

Felipe no se había despertado desde que había sido salvado por la mañana y seguía tumbado en el sillón reclinable del despacho de Adam.

Cathy fue a la sala de estar y bebió un vaso de agua fría para calmar sus caóticos latidos. Tardó mucho tiempo en calmar sus latidos y empezó a caminar hacia el despacho de Adam.

Bajo la luz de la luna, ella echó un vistazo al sillón reclinable. Sin embargo, para su sorpresa, descubrió que no había nadie en él.

Felipe se había ido.

Cathy encendió rápidamente las luces y corrió hacia el sillón reclinable.

Alargó la mano para tocar la manta del sillón y descubrió que aún quedaba algo de calor en ella.

De alguna manera, sintió que su corazón ya no estaba tan nervioso.

Se preguntó si Felipe se había ido lejos, pero cuando se dio la vuelta, un cuerpo alto y grande estaba frente a ella.