Esposa Pecadora romance Capítulo 1678

En ese momento, la persona que más le preocupaba a Madeline era Lillian. A excepción de las dos palabras “papi” y “mami”, ella aún no podía hablar.

Después de desayunar, Madeline alisó la ropa de los dos niños y los tomó de la mano para acompañarlos a la puerta principal, donde esperarían a su transporte.

Mientras caminaba, a Lillian se le cayó algo de la mano. Ella se detuvo apresuradamente, se liberó del agarre de Madeline y volvió a caminar. Entonces, se agachó y recogió algo.

Madeline se acercó a echar un vistazo por curiosidad y descubrió que la niña sostenía un caramelo en sus bonitas y regordetas manos.

El envoltorio del caramelo parecía un poco viejo, como si estuviera expirado.

"Lily, ¿quieres comer un caramelo? Te compraré algunos. Me parece que ya no puedes comer este caramelo". Madeline intentó persuadir a la pequeña con cariño.

Lillian parpadeó con sus grandes ojos y luego negó con la cabeza ligeramente.

La niña miró a Madeline como si quisiera decir algo, pero incluso después de mover su boquita, no pudo pronunciar ni una sola palabra.

A Madeline le dolió el corazón mientras acariciaba con lástima la cabeza de su princesita. Luego se giró para decirle a Jackson: "Jack, acuérdate de cuidar a tu hermana en la guardería. No dejes que otros niños la intimiden".

"Por supuesto, no dejaré que nadie intimide a mi hermana, pero hay alguien que intimidó a mi hermana y no puedo darle una lección". Jackson se encogió de hombros con impotencia.

Cuando se enteró de que alguien había intimidado a Lillian, la expresión de Madeline cambió al instante.

"¿Quién intimidó a tu hermana? ¡Dímelo!"

"Eh... Es ese mocoso, creo que se llama Fabián".

"...".

Madeline se quedó estupefacta al escuchar eso. ¿Mocoso?

Madeline volvió a preguntar, pero esta vez vio que la princesita negaba con la cabeza.

Ella no quería ver a Fabián.

"Si yo fuera Lily, tampoco querría ver a ese mocoso. Él dijo que quería ser el novio de Lily cuando ella creciera, pero de repente desapareció. No es para nada confiable". Jackson se quejó. Después de eso, se acercó y tomó la mano de Lillian cariñosamente.

"Lily, vayamos a la escuela".

Madeline volvió en sí y vio a Jackson sosteniendo la manita de Lillian mientras caminaban hacia la furgoneta de la niñera que había estado esperando en la puerta.

Ella se quedó donde estaba e inmediatamente sacó su teléfono móvil para llamar a Fabián. No consiguió comunicarse hasta la tercera llamada.

Madeline preguntó enseguida: "Fabián, ¿dónde estás ahora mismo?".