Esposa Pecadora romance Capítulo 1694

"De acuerdo". Madeline había tomado una decisión. Ella tenía que reunirse con Fabián.

En el momento en que ella tomó su decisión, su teléfono sonó.

Cuando vio que era una llamada de Cathy, Madeline miró a Jeremy.

"Linnie, no olvides lo último que nos dijo Felipe".

"Lo sé", prometió Madeline antes de responder la llamada. Puso a Cathy en el altavoz.

Aparte del sonido de la lluvia, había silencio al otro lado de la llamada.

"Cathy". Madeline fue la primera en romper el silencio. Probablemente podía adivinar lo que Cathy estaba sintiendo en ese momento.

"Soy yo, Evie". Cathy finalmente dijo algo. "Evie, quiero saber dónde está enterrado".

Madeline miró a Jeremy y luego dijo con calma: "¿Quieres ir a verlo?".

"Él no quería verme por última vez, pero yo iré a verlo por última vez", explicó Cathy. Madeline pudo escuchar la impotencia y el dolor en sus palabras.

Madeline no dijo mucho y se limitó a responder: "Te enviaré la dirección más tarde".

"Gracias, Evie. Voy a colgar".

"Cathy". Madeline la detuvo. "¿Todavía odias a Felipe?".

Después de hacer esa pregunta, hubo un largo silencio al otro lado de la llamada.

Madeline probablemente podía adivinar la respuesta. No preguntó más y dijo: "Te enviaré la dirección. Deberías ir cuando deje de llover. Es inconveniente ir en un día de lluvia".

"Gracias por tu recordatorio, Evie. Me cuidaré mucho. No dejaré que la gente que me quiere se preocupe más".

Cathy apretó los puños mientras un dolor indescriptible empezaba a desbordarse de su corazón.

Los buenos y malos recuerdos comenzaron a reproducirse en su mente como una película. Sin embargo, esos recuerdos eran solamente meros granos de arena entre las arenas movedizas que eran el flujo del tiempo.

Ella abrió sus ojos que estaban llenos de lágrimas y las palabras “Felipe Whitman” parpadeaban en su visión borrosa.

"Si hay una próxima vida, no nos veamos más. Quizá el mejor final para ambos sea vernos, pero no conocernos".

Tras decir eso, Cathy cerró los ojos. El viento le acarició las mejillas y le arrancó las lágrimas de las comisuras de los ojos.

Ella se dio la vuelta con su paraguas. Cuando estaba a punto de marcharse, vio a unos hombres de negro que parecían guardaespaldas de pie frente a ella.

Cathy se sintió desconcertada y también notó que algo andaba mal. "¿Quiénes son ustedes?".