Esposa Pecadora romance Capítulo 1695

Cathy retrocedió dos pasos por cautela. Se preguntó si estos eran los matones que le habían causado problemas a Felipe en aquel entonces, pero no se parecían a esos matones.

"¿Quiénes son ustedes?".

Ella volvió a preguntar y sacó su teléfono a escondidas para llamar a su contacto de emergencia.

"Señorita Jordan, no se asuste. No queremos hacerle daño. Nuestro jefe solo quiere tomar un café con usted".

"¿Quién es su jefe?", preguntó Cathy y pulsó el número de su contacto de emergencia.

"Sabrás quién es cuando vayas. Espero que puedas cooperar con nosotros. No nos obligue a llevarla al coche a la fuerza", dijo de forma profunda uno de los hombres que parecía algo refinado.

Cathy detuvo su dedo que estaba presionando el botón. Antes de que pudiera decir algo más, los guardaespaldas caminaron hacia ella.

"Señorita Jordan, por favor".

Cathy no mostró ningún temor ni debilidad al ver la mirada imperativa de los hombres.

"¿Quién es su jefe? ¿Por qué debería ir con ustedes sin saber nada?".

Al ver que Cathy no cooperaba, el hombre suspiró con impotencia.

"Ya que no coopera con nosotros, Señorita Jordan, no nos deja más opción que usar este método para llevarla al coche".

Tras decir esto, el hombre miró a los guardaespaldas a su lado.

Dos de los guardaespaldas se dirigieron a ambos lados de Cathy y la cargaron con facilidad.

"¡¿Qué están haciendo?! ¡Suéltenme!".

Cathy luchó con todas sus fuerzas, pero no pudo ganar contra aquellos hombres altos y robustos, a pesar de todo.

La metieron a la fuerza en el coche. El coche iba muy rápido, por lo que era imposible para ella saltar fuera de él. Lo único que podía hacer era dejar que hicieran lo que quisieran con ella.

Adam estaba en su oficina haciendo su investigación con total atención. Cuando terminó, se dio cuenta de que Cathy lo había llamado poco antes.

"...".

Cathy miró con recelo el café de la mesita. No sabía por qué Carter decía eso.

"Pruébalo".

Carter volvió a separar los labios para decir estas palabras con un tono tranquilo.

Cuando Cathy pensó en lo que le había pasado a Madeline, miró la taza de café, pero no alargó la mano para agarrarla.

Carter detectó las dudas de Cathy y sonrió. "Eres muy cautelosa. Sin embargo, no te preocupes. No le he añadido nada al café. No tenía una razón particular cuando les pedí a mis hombres que te trajeran aquí. Solo quiero que te quedes aquí un tiempo".

"¿Quieres que me quede aquí?". Cathy estaba incrédula. Entonces, vio que Carter asentía firmemente.

"¿Por qué quieres que me quede aquí?".