Esposa Pecadora romance Capítulo 1741

Shirley pudo comprobar que aquellas manos eran las de una mujer.

Aturdida, levantó la vista y se encontró con un par de ojos claros y abiertos.

“El médico ha dicho que sus heridas necesitarán cuidados adecuados para recuperarse, así que es mejor que descanse”, dijo Cathy con amabilidad mientras ayudaba lentamente a Shirley a volver a la cama.

Shirley se sentó de nuevo y luego soltó una risa fría.

“¿Qué curandero dijo eso? ¿Podré recuperarme alguna vez de mi estado actual? Si no pueden ni siquiera emitir el más básico de los juicios, ¡ni siquiera deberían ser médicos!”.

Ella se burló cínicamente mientras soportaba su dolor.

“¿Creen esos pretenciosos charlatanes que están siendo amables al decir tales mentiras? ¡No necesito esas bondades huecas! ¡Solo digan que estoy lisiada y desfigurada! ¡Nunca me recuperaré!”.

Al ver que Shirley se entregaba a la desesperación, Cathy enfatizó con severidad.

“¡Claro que hay esperanza! Sí, puede que haya muchos médicos no cualificados, pero también hay muchos médicos buenos, como Adam, que también es tu hermano. Cree en él. Definitivamente te ayudará a recuperarte y a volver a ser la de antes”.

“¡Cállate!”, respondió con enojo Shirley, interrumpiendo a Cathy. “¿Quién te crees que eres? ¿Te atreves a soltarme descaradamente semejantes tonterías? ¿Crees que no sé nada de medicina?”.

Ella giró la cara y miró a Adam, quien seguía dormido. "¡Sé todo lo que él sabe! Sin embargo, puede que él no sepa lo que yo sé. Entiendo perfectamente mi situación actual. Je. Si soy impotente en esto, ¿qué esperanza puedo poner en él?".

Una mirada de arrogancia apareció en los ojos de Shirley.

Cathy finalmente vio la insatisfacción dentro de Shirley.

Era la determinación extraordinariamente intensa de superar a su hermano, a quien ella pensaba que sus padres habían querido más.

En otras palabras, estaba celosa.

Sin embargo, sus celos estaban totalmente fuera de lugar.

“Tú eres Cathy, ¿verdad?". Shirley miró fijamente a Cathy mientras reprimía el dolor debilitante de su cuerpo. "Llama a la enfermera inmediatamente. No pienso quedarme aquí. No quiero ver a esta persona ni a nadie relacionado con ella. ¡Quiero salir de este hospital inmediatamente!”.

“...”.

Shirley no había esperado esta respuesta. Ella quiso refutar, pero justo cuando Adam se dio la vuelta para alejarse con una expresión fría, el veneno se intensificó en ese momento.

El dolor que ella sufría era tan insoportable que no podía enderezarse, y su rostro palideció abruptamente.

Cathy se dio cuenta de que a Shirley le pasaba algo, así que se apresuró a llamar a Adam: “¡Adam! Ella no tiene muy buen aspecto”.

Adam se detuvo bruscamente en su camino. Se apresuró a mirar hacia atrás y vio a Shirley, quien tenía la cabeza agachada, agarrándose la camisa alrededor del pecho y respirando de forma demasiado errática y rápida.

Adam volvió rápidamente a la parte delantera de la habitación y agarró la muñeca de Shirley para comprobar su pulso.

Él notó que el pulso de Shirley era inestable e irregular. Esta situación era crítica y a la vez familiar.

“¿Tienes el mismo veneno que Eveline?”, preguntó Adam con incredulidad.