Esposa Pecadora romance Capítulo 1746

Para alguien que había resistido muchas tormentas, él esperaba que esto no le afectara, pero en ese momento, estaba inquieto.

Hasta el amanecer, el paradero de Shirley todavía lo eludía.

Carter entonces decidió buscarla él mismo. Sin embargo, cuando se levantó, alguien abrió bruscamente la puerta de la sala de estudio.

Por la puerta entró Camille.

Carter no se esperaba esto. "¿Por qué estás en Glendale también?".

Camille no le respondió a Carter, pero preguntó: "¿Estás buscando a Shirley?".

Carter hizo una pausa breve cuando escuchó eso, luego lo admitió tranquilamente. "Lo estoy".

"¿Por qué la sigues buscando?". La expresión de Camille se volvió extremadamente amarga en un instante. "Ya deberías saber cómo son las mujeres de este tipo desde hace mucho".

Ese tipo de mujer.

Las esquinas de las cejas de Carter parecían fruncirse levemente ante la descripción que hizo Camille de Shirley.

“Carter, no me digas que todavía estás preocupado por esta mujer. Si recuerdas lo que hizo en ese entonces, ya no deberías sentir algo por ella".

Las palabras de Camille estaban mezcladas con repulsión y odio hacia Shirley.

Carter hizo a un lado las emociones furiosas mostradas entre sus cejas, y su apuesto rostro mostró instantáneamente una expresión fría, volviendo a su habitual expresión fría como el hielo.

“No he tenido ningún sentimiento por ella desde hace un tiempo. La razón por la que he tolerado su presencia es para hacerla pagar gradualmente por las cosas que me había hecho".

La expresión de Camille cambió al escuchar las palabras "pagar".

“Deberías dejar ir a este tipo de mujer. ¿Cuál es el punto de obtener una venganza?".

Por supuesto, Carter, quien todavía sospechaba de Madeline y Jeremy, los tenía vigilados, pero no había nada sospechoso sobre ellos dos.

Debido a las palabras de Camille, Carter dejó de buscar a Shirley por el momento. Sin embargo, su mente seguía dándole vueltas.

Shirley se había quedado en el hospital por aproximadamente diez días, durante los cuales tuvo otro recrudecimiento. Aunque Adam le había dado la inyección que podía calmarla, él había esperado intencionalmente a que Shirley experimentara el tormento y el dolor del veneno antes de darle la inyección.

Él quería que Shirley experimentara lo aterrador y atroz que era el veneno que ella había desarrollado.

Shirley no podía hacer más que tolerar la tortura. En ese momento, ella era una buena para nada sin ningún poder para resistirse. Ella solo podía soportar esto.

Después de estar postrada en cama durante medio mes, la cosa que más le importaba a ella era la herida en su cara.

Cuando el momento de quitarse las vendas finalmente había llegado, Shirley le pidió con impaciencia a Adam un espejo.

“Una persona puede no ser hermosa, pero si ella tiene un corazón bondadoso, no será fea; si su corazón es negro, seguirá siendo fea sin importar lo hermosa que sea". Adam le dedicó a Shirley una mirada fría y luego le arrojó el espejo.