Esposa Pecadora romance Capítulo 1766

Karen miró a Eloise, quien le sonreía con amabilidad, sorprendida. Al cabo de un rato, volvió a tomar la mano de Eloise sorprendida.

“¿De verdad? Eloise, ¿te has recuperado de verdad? ¿Recuerdas lo que pasó entonces? ¿Reconoces ahora a Eveline?".

Si fuera antes, Eloise no creería que una mujer que había estado tan en contra de ella se preocupara tanto por ella un día.

Sin embargo, durante los días que pasaron juntas, había sentido realmente la amabilidad y la simpatía de Karen.

Eloise le devolvió la mano a Karen con fuerza y sus hermosos ojos brillaban con lágrimas.

“Sí, reconozco a mi hija, Eveline. Y recuerdo lo que pasó entonces. También recuerdo cómo no te importó y te preocupaste por mí en todo lo posible cuando perdí la cabeza y fui tan tonta”.

“Si no hubieras cuidado de mí durante ese período, quizá no me hubiera recuperado del todo”.

“Eloise, te estoy muy agradecida y quiero pedirte disculpas. Por aquel entonces, siempre andábamos a la greña, lo que provocó muchos conflictos entre nosotras. Lo siento mucho”.

Eloise le dio las gracias a Karen con sinceridad y también se disculpó con ella con la misma sinceridad.

Cuando Karen escuchó lo que dijo Eloise, las lágrimas empezaron a brotar en las esquinas de sus ojos. Quería llorar, pero agitó las manos con una sonrisa. Sollozó y dijo: “Oye, yo también era muy testaruda por aquel entonces. Era tan insufriblemente engreída porque me apoyaba en el hecho de ser la señora rica de la familia más rica de Glendale”.

“Ahora que lo pienso, no podemos culparnos mutuamente de esto. Todo es por culpa de esa malvada Meredith y sus crueles padres. Esa familia nos causó muchísimos problemas”.

“Si no fuera por ellos, habríamos sido suegros incluso antes. Eveline y Jeremy se habrían juntado mucho antes”.

Eloise no negaba que la principal culpable de esto era esa familia malvada, pero sabía que ella también tenía la culpa.

Ella tenía la culpa por no ser capaz de distinguir el bien del mal. Tenía la culpa de creer todo lo que le decía Meredith. Incluso cuando la verdad estaba delante de ella, eligió creer en Meredith.