Esposa Pecadora romance Capítulo 1767

Jeremy dejó de aplicar la pomada de la nada.

En realidad, a pesar de que había pasado mucho tiempo, Jeremy todavía no entendía las acciones de Fabián.

Sin embargo, él estaba seguro de que Fabián había recibido alguna noticia de algún lugar que le llevó a resistirse repentinamente a relacionarse con ellos.

Era posible que esa persona le hubiera dado a Fabián noticias falsas que eran perjudiciales para Jeremy y Madeline.

Sin embargo, aunque Fabián era todavía joven, Jeremy pensó que no era alguien descerebrado que se dejara manipular fácilmente por otros.

“Linnie”. Jeremy agarró suavemente las manos de Madeline y se levantó para sentarse junto a ella. La atrajo hacia sus brazos. “Linnie, después de que criemos a los niños, quiero encontrar un suburbio que esté cerca de la montaña y el océano para que finalmente podamos vivir una vida solo nosotros dos”.

Jeremy expresó la maravillosa expectativa de su corazón. Estaba planeando este futuro feliz y dichoso mientras trabajaba duro para hacerlo realidad. Mientras tanto, también esperaba que Madeline fuera capaz de olvidar sus problemas en ese momento.

Madeline apoyó suavemente su cabeza en el hombro de Jeremy y cerró los ojos mientras se sentía profundamente inmersa en el momento. Ella luego suspiró largo y tendido en silencio.

“Ese día llegará”. Ella también lo esperaba. Ansiaba que los niños crecieran sanos y felices para poder dar un paso atrás en su papel de padres.

Sin embargo...

Madeline abrió lentamente sus ojos que se habían enrojecido.

‘Pero Lily, ¿dónde estás?’.

‘¿Dónde debo buscarte? ¿Estás bien?’.

...

País F.

Dentro de una pequeña villa en un lugar apartado y aislado.

El médico llamado Evan enarcó sus gruesas cejas. "Su estado no parece demasiado bueno. Va a ser difícil tratarla".

El alma de Fabián se le cayó a los pies y casi no pudo controlar sus emociones. “¿Cómo es posible? Su estado siempre ha sido estable”.

“Eres un estudiante de alto nivel que se graduó en la mejor universidad de medicina del mundo y te especializas en el tratamiento de la leucemia en niños. Si crees que esto es difícil, ¿a quién más puedo acudir?”.

Cuando Evan vio que Fabián parecía extremadamente preocupado e inquieto, giró la cabeza para mirar a Lillian, quien sostenía su peluche en la cama.

“Fabián, ¿quién es esta niña? ¿Por qué estás tan preocupado por ella?”.

Cuando Fabián escuchó esto, su expresión cambió. Sin embargo, cambió de tema. “No tienes que preocuparte por su identidad. A fin de cuentas, tienes que curarla pase lo que pase”.

“Ahora me estás obligando a hacer algo contra mi voluntad”. El Doctor Evan se encogió de hombros con una expresión de preocupación en su rostro.