Esposa Pecadora romance Capítulo 1769

Una fría y profunda voz masculina sonó desde el otro lado del teléfono.

“Ya tienes a su hija desde hace tiempo, ¿por qué no hay novedades? ¿No quieres buscar venganza en nombre de tus hermanos?”.

Fabián frunció el ceño tras escuchar eso. Una mirada de indignación apareció en su rostro juvenil y apuesto.

“No necesito decirte lo que sea que estoy haciendo", dijo Fabián con insatisfacción.

“Pero la única razón por la que sabes la verdad de la muerte de tus hermanos es por mí”.

“Fabián, aunque tu hermana no era una persona lamentable, seguía siendo tu hermana. En cuanto a Yorick, sabes muy bien cómo te trató. ¿Quieres que las personas que les causaron la muerte sigan viviendo en este mundo libremente?”.

“Ahora que esta niña está contigo, es tu mejor oportunidad para vengarte de ellos. No lo dudes. Solo le estás dando oportunidades a Jeremy si dudas”.

El hombre estaba insinuando algo a través de sus palabras. Al mismo tiempo, su tono sonaba como un hechizo que estaba jugando con las emociones de Fabián.

Después de decir eso, el hombre colgó el teléfono con decisión.

Fabián tiró el teléfono al escritorio y sus ojos volvieron a la pantalla del ordenador que tenía delante.

Leyó las palabras que había escrito Yorick y apretó los puños. Su expresión se volvió gradualmente más solemne.

Unos minutos después, tomó de repente su teléfono para llamar a Evan. “Ya no tienes que buscar una médula ósea adecuada”.

“¿Qué?”. Al otro lado de la llamada, Evan estaba desconcertado.

Sin embargo, no obtuvo respuesta de Fabián ni siquiera después de un largo rato.

“Fabián, ¿estás ahí? ¿Qué quieres decir con eso? ¿Piensas abandonar a esta niña?”, preguntó Evan con duda.

Diez segundos después, Evan escuchó la respuesta sin emoción de Fabián.

“Deja que su enfermedad siga su curso en ella. No tienes que lidiar más con esto”.

Después de decir esta despiadada y fría afirmación, Fabián se apresuró a colgar el teléfono. Tenía miedo de que Evan le preguntara la razón.

Sin embargo, ¿a quién podría contarle la razón?

Fabián, inconscientemente, dibujó una sonrisa en la comisura de sus labios. Sin embargo, al segundo siguiente, recordó a Yorick.

La dulzura de sus ojos desapareció inmediatamente. La sonrisa en la comisura de sus labios también desapareció.

“Lillian Whitman, siento tener que decepcionarte a pesar de que has mostrado tu confianza en mí”.

...

Como Madeline no pudo encontrar a Lillian durante este periodo, decidió proyectar su preocupación en su trabajo.

Ella sabía que sería inútil que se preocupara, pero, como madre, no podía evitarlo.

Madeline se encerró en su laboratorio para mezclar fragancias. Cuando sintió sueño por la tarde, se sentó en el sofá para descansar los ojos. Mientras se sumía en el sueño, oyó vagamente que alguien la llamaba “mami”.

Madeline alargó instintivamente la mano para agarrar el aire delante de ella. “Lily”.

“Mami, estoy aquí”. La suave voz de la pequeña princesa sonó desde delante de ella.