Esposa Pecadora romance Capítulo 1810

"¿Qué pasa? ¿Estás asustada?". Shirley levantó las cejas. "Nunca esperé que fueras tú".

"... ¡Deja de murmurar tonterías, Shirley! Ya te dije que no tengo nada que ver con que estés desfigurada y paralizada. ¡No dejes que te vuelva a ver nunca más!".

Ada le gritó esto a Shirley antes de levantar el vestido y correr ansiosamente de regreso al pasillo.

Shirley miró tranquilamente la figura de Ada mientras esta huía. Shirley simplemente apretó los puños.

"Tienes razón, alguien más me hizo daño". Shirley pareció murmurar para sí misma, luego se rio amargamente. "Nunca hubiera pensado que sería ella...".

"Ahora que sabes que has malentendido a Eveline, ¿todavía no estás dispuesta a revelar la fórmula del reactivo antitoxinas?". Cathy aprovechó la oportunidad para sacar el tema.

Shirley siguió sonriendo. "Parece que estás bastante preocupada por Eveline, pero desafortunadamente, incluso si les doy la fórmula del reactivo antitoxinas, ustedes todavía no serían capaces de reproducirlo".

"¿No podrías hacerlo tú misma entonces? ¿No crees que le estás haciendo daño a los demás con tus acciones?”.

Las palabras de Cathy silenciaron a Shirley por un momento, pero al poco tiempo, se rio de nuevo.

"Deberías preocuparte menos. Eveline no morirá".

"No tienes salvación", gritó Cathy. “Yo diría que no has entrado en razón. En ese caso, ¡quédate aquí y toma un respiro!".

Después de hablar, Cathy se dio la vuelta con enojo.

Shirley no habló. Se limitó a observar a una enfadada Cathy alejarse.

Sin embargo, ella sabía que Cathy no se alejaría mucho.

A los ojos de todos, ella era ciertamente una mujer cruel y sin escrúpulos, pero nadie sabía que ella también era amable.

Sus piernas habían perdido el sentido y no podía moverse fácilmente al sofá.

Sin embargo, en su visión periférica, vio que Carter estaba a punto de darse la vuelta para caminar hacia ella. Shirley levantó ambas manos para levantarse y usó la fuerza de su parte superior del cuerpo para caer sobre el sofá.

En efecto, Carter estaba buscando a Shirley. Él había recibido la noticia de alguien con una tarjeta de invitación especial llegando a la escena de la boda.

Mientras la buscaba, escuchó un repentino sonido amortiguado proveniente del balcón.

Carter dio la vuelta, levantó sus profundos ojos y examinó el lugar.

Debajo de la tenue iluminación, pudo distinguir vagamente una silueta familiar en el balcón.

Carter entrecerró los ojos que emitían una vibra peligrosa, luego se abrió paso rápidamente detrás de la mujer sentada en el sofá del balcón.