Esposa Pecadora romance Capítulo 1811

Carter estaba seguro de que la silueta de la figura era la de Shirley.

Sus ojos carecían completamente de emoción mientras ponía una mirada condescendiente.

"Shirley, al final viniste".

El tono burlón del hombre llegó lentamente a los oídos de Shirley.

Shirley apretó los puños e hizo todo lo posible por mantener la calma y la compostura.

Sin embargo, su corazón aún latía rápidamente. Su ritmo revelaba su nerviosismo e inquietud en ese momento.

Al ver que Shirley no hablaba, Carter caminó hacia ella.

Shirley fingió inmediatamente que no se encontraba bien físicamente, bajando la cabeza y tosiendo.

Carter frunció el ceño, desconcertado por la mascarilla de Shirley, pero cuando la vio toser tan mal, pensó instintivamente que ella estaba usando la mascarilla porque tenía gripe.

Eso era exactamente lo que Shirley quería que Carter pensara.

Después de fingir toser por un momento, Shirley se recuperó, luego esbozó deliberadamente una sonrisa elegante y levantó los ojos. Tenía una expresión tranquila cuando se encontró con los ojos apasionados de Carter.

"Señor Gray, me ha enviado especialmente una tarjeta de invitación. ¿Cómo podría decepcionarlo? Aunque su gusto es algo horrible, señor Gray".

Shirley dijo esto de una manera burlona, ​​claramente refiriéndose a Ada.

Shirley apretó los puños en secreto. Su mente estaba inundada de imágenes de Ada, usando el nombre de Eveline, encerrándola en el sótano y torturándola.

Cuando Carter vio la expresión objetiva de Shirley, una sonrisa leve y orgullosa apareció en su rostro.

"Independientemente de lo horrible que ella sea, sigue siendo mi esposa, a diferencia de alguien que se había quedado a mi lado durante tantos años y al final no obtuvo ningún estatus".

"Je, je. ¿Estatus?".

Él nunca se imaginó que llegaría un día en el que oiría a Shirley decir tal cosa.

Carter creía firmemente que estaba sereno. Su expresión no delataba ninguna emoción.

Sin embargo, en ese momento, él no pudo reprimir la ira que ardía dentro de él.

Él de repente se inclinó, colocó su palma helada en la parte posterior del cuello de Shirley y tiró de ella hacia él.

A pesar de que la mascarilla de Shirley le impedía ver toda su expresión en ese momento, él podía ver la mirada despiadada y desdeñosa en los ojos llenos de frialdad y sin emociones de la mujer.

"Buena esa, Shirley".

Carter espetó con los dientes apretados, luego frunció los labios. La mujer que tenía ante él realmente parecía anormalmente desconocida.

Sin embargo, Shirley desvió la mirada e incluso puso los ojos en blanco.