Esposa Pecadora romance Capítulo 1853

Shirley vio pasar un coche por la entrada. Estaba a punto de hablar cuando escuchó unos pasos que se acercaban por detrás de ella.

Mirando de reojo, vio aparecer la silueta alta y esbelta de Jeremy.

Los ojos llenos de desesperación de Shirley se iluminaron con un rayo de esperanza.

Ella ajustó el ángulo de su silla de ruedas y se giró lentamente para mirar a Jeremy.

Con un paraguas en la mano, el aspecto apuesto de Jeremy iba acompañado de una sensación de frialdad mientras caminaba directamente hacia Shirley.

Sin andarse con rodeos, él le preguntó: “¿Realmente has venido a entregar el reactivo antitoxinas para el AXT69?”.

Shirley miró a Jeremy y asintió. Sin embargo, ella no sabía si había pasado demasiado tiempo bajo la lluvia. Junto con las muertes de Adam y Cathy, todo su cuerpo se sentía mal.

A pesar de ello, levantó el brazo con todo su esfuerzo y le tendió a Jeremy el reactivo antitoxinas.

“Un reactivo antitoxinas completo no estaba disponible anteriormente porque Carter era el único que tenía acceso a uno de los ingredientes”.

Mientras Shirley explicaba, la mano que sostenía el reactivo de antitoxinas comenzó a temblar involuntariamente.

Poco a poco, ella empezó a reconocer la causa de su problema.

Su cuerpo también había sido inyectado con el veneno AXT69, y estas sensaciones que experimentaba eran evidentemente los síntomas de activación de la cuarta fase.

Jeremy miró el reactivo antitoxinas en la mano temblorosa de Shirley. Todavía quedaban rastros de duda en su corazón.

“¿Por qué debería creerte?”. Él miró fríamente a Shirley, quien estaba cada vez más pálida con cada momento que pasaba.

A Shirley no le importó la sospecha de Jeremy. Ella lo entendía. Sabía que esa era la consecuencia de todas sus maldades.

Ella apretó los puños y tomó una profunda bocanada de aire frío mientras se obligaba a soportar la creciente intensidad del dolor.

“En realidad no tienes que confiar en mí. Solo tienes que confiar en Adam”.

“Tus llamadas no llegarán a su teléfono. Jeremy, no tienes que confiar en mí, pero sí en Adam. Deja de dudar. Si no, podrían ocurrir cosas imprevisibles”.

Cuando Jeremy escuchó el tono de ocupado que significaba que nadie respondía al otro lado de la línea, desconectó la llamada.

Karen salió corriendo apresuradamente en ese momento con un paraguas en la mano. Ella preguntó preocupada.

“Jeremy, ¿qué ocurre? ¿Eveline está dormida o enferma? ¿Por qué no podemos despertarla?”.

Al escuchar esas palabras, Shirley apretó sus manos temblorosas y apretó los dientes. “¡Jeremy, tómalo rápido!”.

Ella levantó la voz, pues sabía que no podría aguantar mucho más.

“Eveline necesita este frasco de reactivo antitoxinas ahora. Hay un ingrediente en el reactivo antitoxinas que es extremadamente raro. Si no tomas este vial ahora, ¡Eveline no tendrá ninguna esperanza de despertarse!”.

“¡¿Qué?! ¿Qué has dicho?”. Karen se sobresaltó por las palabras de Shirley.