Esposa Pecadora romance Capítulo 1865

Aunque Madeline solo tuvo una visión fugaz de la figura que pasaba, intuitivamente, le resultó muy familiar.

Madeline ignoró a Jeremy, quien extendió una mano para secar sus lágrimas, y salió rápidamente.

“Linnie”. A Jeremy esto le pareció extraño, así que la alcanzó de inmediato.

Una vez fuera, Jeremy vio inmediatamente a una mujer que se alejaba apresuradamente.

Aunque no pudo reconocer la figura desde atrás, a él también le resultó familiar.

De repente, la imagen de la cara de una persona en particular pasó por la mente de Jeremy. “¿Ada?”.

“Es ella”, confirmó Madeline mientras aceleraba el paso para alcanzar a Ada, quien se alejaba apresuradamente.

“¡Ada!”.

Madeline se acercó a Ada y le obstruyó el paso.

Ada no tuvo más remedio que detenerse.

Ella miró con impaciencia a Madeline, quien se encontraba firmemente delante de ella, y puso los ojos en blanco. “No te interpongas en mi camino, Eveline. ¿Eres consciente de mi estatus actual?”.

Madeline estudió el aspecto presumido y arrogante de Ada, y luego levantó su par de hermosos ojos llenos de frialdad.

“Por supuesto, soy consciente de tu estatus. Solo eres la esposa de Carter de nombre”.

“...”.

Una mirada de insatisfacción apareció en el rostro arrogante de Ada.

Ella no había esperado que incluso Madeline supiera que Ada era simplemente la esposa de Carter en nombre.

Al ver que Ada estaba a punto de irse, Madeline extendió un brazo, agarró la muñeca de Ada y tiró de ella hacia delante.

Ada gritó suavemente de dolor. Estaba pensando en luchar cuando Madeline, quien estaba de pie frente a ella, la sobresaltó con una mirada penetrante.

“¡¿Qué acabas de decir?! ¡Dilo otra vez! ¿Qué quieres decir con que solo son dos insignificantes forasteros muertos? ¿Cómo es que todos los relacionados con la familia Gray, excepto la madre de Carter, son tan inhumanos? ¿Acaso dos vidas humanas no valen nada a tus ojos?”.

Ada, quien se negaba a que Madeline la contuviera de esta manera, gritó furiosa.

“Sí, eran solo dos personas sin importancia. ¿Qué tienen que ver conmigo? ¿A quién le importa si están muertos o no? ¡Es mejor que estén muertos! Así, mi casa estará más tranquila, ¡y Shirley puede olvidarse de restaurar su apariencia o ponerse de pie de nuevo!”.

“...”.

Después de gritar esas palabras en voz alta, Ada se sintió más tranquila en su corazón. Sin embargo, apenas habían pasado unos segundos cuando se dio cuenta de que podría haber divulgado más información de la que debería.