Esposa Pecadora romance Capítulo 1962

La sirvienta guiñó el ojo, mostrando su determinación. También parecía muy sincera.

Después de que la sirvienta dijera eso, Jeremy se le quedó mirando con indiferencia.

Durante los dos últimos días, la sirvienta le había atendido muy amablemente y con entusiasmo.

Era cierto que había aprovechado la buena voluntad de la sirvienta hacia él para conseguir algunas pistas.

Después de pensar en esto, la expresión de Jeremy no era tan fría como antes. Entonces separó los labios perezosamente y habló.

"No necesito de tu cuidado. Deberías ayudar a otras personas. No importa cuánto tiempo y esfuerzo gastes en mí, es inútil. Ya tengo a alguien a quien amo".

Aunque su tono era mucho más amable en ese momento, Jeremy seguía rechazando a la sirvienta con decisión y claridad.

El rostro de la sirvienta parecía una vez más triste y perdido. Ella entonces suspiró profundamente.

"Ya que lo ha dicho una y otra vez, no debería seguir pensando que siente algo por mí. Pero mi trabajo actual es cuidar de usted, así que espero que deje de rechazarme. Si no hago bien mi trabajo, el señor Carter me castigará".

No estaba fuera de lo posible que Carter le causara problemas a esta sirvienta sólo porque estaba cuidando a Jeremy.

Jeremy pensó en esto por un momento, pero no dijo nada.

"Señor Whitman, si no quiere beber nada, entonces tome unos bocadillos. No ha comido mucho desde la mañana".

La sirvienta le ofreció el pastel con una sonrisa amistosa. Al ver que Jeremy no lo aceptaba, ella sonrió de nuevo.

"Si no le gustan los pasteles, puedo traerle otros bocadillos".

Mientras la sirvienta hablaba, se dio la vuelta para buscar algo de comida para Jeremy.

"No tienes que molestarte". Jeremy la detuvo. Después de eso, alargó la mano para tomar el pastel de la sirvienta y le dio pequeños mordiscos.

Una sonrisa de felicidad apareció en el rostro de la sirvienta cuando Jeremy ya no rechazó su amabilidad.

Disgustado, Carter miró a la mujer que tenía delante y levantó una ceja.

"¿Por qué sigues parada aquí? He hecho de casamentero por ti. ¿Qué pasa? ¿Estás cambiando de opinión?".

"No, no lo estoy...".

La sirvienta negó con la cabeza repetidamente. Ella luego giró la cabeza y miró en dirección a la cama. Sus mejillas se sonrojaron gradualmente de timidez.

Carter comprendió gradualmente lo que la sirvienta quiso decir, y miró al miembro del séquito que estaba a un lado.

"Quédate aquí y ayúdala".

El miembro del séquito se quedó boquiabierto, pero no tuvo el valor de negarse, así que asintió.

"No me falles", dijo finalmente Carter antes de darse la vuelta con los labios curvados y cerrar la puerta.