Esposa Pecadora romance Capítulo 1963

Cuando la puerta se cerró, la sonrisa en los labios de Carter se amplió.

'Jeremy, has perturbado mi vida y has matado a mi hijo. Eventualmente, haré de tu vida un infierno'.

Madeline esperó en el salón, y la estilista la ayudó cuidadosamente a arreglar su peinado y su vestido de novia.

Ella miró el reloj digital de la pared y supo que la ceremonia empezaría pronto, pero Carter no había regresado aún.

Crac.

La puerta del salón se abrió en ese momento y Carter entró con una cálida sonrisa en el rostro.

La estilista le sonrió respetuosamente a Carter y luego salió concienzudamente del salón.

"Carter, regresaste". Madeline sonrió, se levantó y caminó hacia él.

Con una expresión amable, Carter miró a Madeline. "Ya casi es la hora, Eveline. Te llevaré abajo".

"Acabo de echar un vistazo antes. Hay muchos invitados abajo. ¿Son todos parientes y amigos de tu familia?", preguntó Madeline con curiosidad.

Carter asintió. "Son todos parientes relacionados con la familia real. No te pongas nerviosa. Yo me quedaré contigo".

Carter calmó a Madeline con un tono amable, pues temía que ella se sintiera demasiado inquieta y nerviosa, y luego la instó solemnemente.

"Antes de la ceremonia de la boda, te llevaré a conocer a alguien. Es el anciano más viejo, autoritario y con el más alto estatus en la familia Louis. Es posible que luego tenga algunas preguntas que hacerte. Así que, Eveline, responde cuidadosamente".

Madeline levantó sus claros y hermosos ojos. "Carter, ¿a qué preguntas te refieres? Si no puedo responderlas correctamente, ¿te afectará?".

Carter se lamió los labios y sonrió. "No, estarás bien".

Él respondió con confianza, pero claro, estaba confiado porque había hipnotizado a Madeline, sin mencionar que había grabado completamente en la cabeza de ella las cosas que necesitaba para exhortarla.

Antes de su accidente, el aspecto y apariencia de Shirley eran impecablemente hermosos.

Shirley y Madeline eran hermosas en su propia manera, pero ambas eran igualmente impresionantes.

Aunque la familia de Shirley había caído en desgracia, sus padres fueron una vez médicos científicos muy distinguidos.

Incluso si ella no tuviera tal honor ni antecedentes familiares, él habría podido dejarla caminar a su lado, pero en ese momento, ella no estaba dispuesta a hacerlo.

Mientras Carter pensaba en estas cosas, llegó al salón del primer piso sin darse cuenta con Madeline a su lado.

Los invitados del salón, cuyos ojos estaban llenos de bendiciones, vieron aparecer a Carter y a Madeline. Jim y sus padres también estaban entre la multitud.

Por el rabillo del ojo, Madeline podía ver que la madre de Jim los miraba a ella y a Carter con desdén e insatisfacción, mientras que el rostro de Jim tenía una sonrisa intrigada.

Madeline sujetó el ramo y siguió en silencio a Carter mientras avanzaban.