Esposa Pecadora romance Capítulo 2034

Era un hombre tan inteligente y tan meticuloso, entonces, ¿por qué iba a exponerse tan negligentemente?

Por supuesto, Carter sabía lo que Shirley estaba pensando y actuaba tan fresco como una lechuga.

Después de sentarse, Carter cerró la puerta y se acercó a Shirley en silencio.

Frunció la cejas con fuerza y ​​miró a Shirley con impotencia.

“¿Sabes que? En ese entonces, siempre estabas de mi lado sin importar lo que hiciera e inmediatamente harías cualquier cosa que yo te dijera, pero ahora…”.

“Carter, te dije que no soy la persona que era antes. Me vi obligada a crear esa persona solo para agradarte, pero ahora, solo quiero hacer lo que mi corazón me dice”.

Shirley interrumpió a Carter con frialdad y decisión, su mirada hacia Carter parecía decepcionada y arrepentida.

“Carter, no podemos volver”.

Carter pareció quedarse momentáneamente aturdido, pero luego sonrió.

“Sé que no podemos volver atrás y que no podemos empezar de nuevo, pero esto no cambiará el hecho de que todavía me tienes en tu corazón”.

Cuando Shirley escuchó esto, miró a Carter que acababa de decir esto con tanta certeza.

Seguía estando muy seguro de sí mismo.

Shirley no lo negó. Ya no le interesaba seguir hablando con él, giró su silla de ruedas para mirar a Lillian.

Carter sabía que no tendría sentido seguir hablando, así que sacó su teléfono para mirar la hora y luego levantó la cabeza para mirar a Shirley.

“Voy a salir un rato. Ni siquiera pienses en dejar ir a esa cosa. Solo le causarás más daño si lo haces”.

Carter habló y se fue de nuevo.

Volvió a cerrar la puerta desde afuera, y también cortó todos los cables telefónicos de la habitación.

No podía seguir buscando a Lillian de esta manera.

Detuvo el coche para descansar y de repente recordó algo crucial.

“¿Cómo lo pude olvidar?”.

Agarró su teléfono apresuradamente y llamó a Evan.

“Evan, me dijiste que Carter le pidió a alguien que te encontrara e incluso se reunió contigo. ¿Por qué se reunieron y de qué hablaste? ¿Todavía puedes hacer que salga?”.

Fabián hablaba con urgencia; no podía esperar a recibir la respuesta.

Evan acababa de llegar a un bar y estaba a punto de disfrutar de su tiempo cuando escuchó la pregunta de Fabián desde el otro lado del teléfono, por lo que deliberadamente encontró un lugar tranquilo para responderle.

“¿Quieres venir aquí y tomar una copa conmigo? Te lo contaré en detalle”.