Esposa Pecadora romance Capítulo 2111

Era un documento, por lo que Jeremy pensó que era de su empresa o algo así, pero al abrirlo descubrió que no era un documento, ni nada que se le parezca.

Había un sobre dentro. Jeremy lo miró con recelo durante un rato antes de abrir el sobre.

Sin embargo, cuando lo abrió, sus ojos se desorbitaron al ver lo que contenía en su interior.

No había nada más que una foto de Madeline. En esta foto, Madeline estaba de pie en la planta baja de la Corporación Whitman. Parecía estar esperando a alguien con una leve sonrisa en el rostro.

Se trataba de una foto muy normal, pero Jeremy se sintió incómodo mirándola.

Esto se debía a que en la foto había una gran cruz en el rostro de Madeline.

Para evitar que Madeline se enterara, Jeremy guardó deprisa la foto y fingió que se apartaba para hacer una llamada como si no hubiera pasado nada.

Llamó a Ken y, una vez que se conectó la llamada, le dijo el número de seguimiento del correo y le pidió que comprobara la fuente del mismo.

Cuando Jeremy terminó de darle la orden, colgó el teléfono y se dio la vuelta y vio a Madeline de pie detrás de él.

“¿Linnie?”, lo tomó por sorpresa, y miró detrás de Madeline, ligeramente asombrado. “¿Dónde está mamá? ¿Ustedes no estaban platicando justo ahora?”.

Madeline sonrió. “Mamá y Jack se fueron a jugar con Pudín. ¿Qué hay de ti? ¿Pasa algo con ese correo?”.

“...”, Jeremy no se esperaba que Madeline fuera tan directa, por lo que se quedó ligeramente perplejo. “Linnie, tú…”.

“Aunque estaba hablando con mamá justo ahora, te he visto. Así que, ¿qué hay en ese correo? ¿Por qué necesitas alejarte para hacer esa llamada?”.

Mirando a Madeline, quien lo miraba con una pequeña sonrisa, Jeremy se sintió frustrado de repente. ¿Qué más podía ocultarle?

Jeremy no tenía intención de seguir ocultando. Así que le entregó el documento a Madeline.

“Vengan, vamos a ver a Pudín”. Mientras Jeremy hablaba, levantó su brazo para ponerlo sobre el hombro de Madeline y caminaron juntos hacia la sala de estar.

En el momento en que Jeremy dejó de caminar, vio al pequeño, que recién sabía caminar, correr hacia Madeline y él con pasos firmes.

Madeline enseguida se puso en cuclillas y abrió los brazos hacia el pequeño. “Pudín”.

“Mami, mami”.

Llamó Pudín de repente a Madeline; su voz sonaba tan melódica y dulce para sus oídos.

Madeline sonrió y abrazó con fuerza al pequeño que corría hacia sus brazos. Luego bajó la cabeza y le dio un beso en la cabeza.

Jeremy fue testigo de todo esto y sus ojos estaban llenos de profundo amor paternal.