Esposa Pecadora romance Capítulo 2112

“Pudín, ¿quién soy yo?”.

Jeremy se arrodilló y le preguntó al pequeño. El pequeño parpadeó con sus grandes ojos inocentes y puros y miró a Jeremy con seriedad. “¡Papi!”.

El pequeño exclamó la palabra ‘papi’ con precisión.

El corazón de Jeremy pareció derretirse al instante. Mientras miraba a su tierno y lindo hijo, se sintió triste de nuevo.

Le daba demasiada vergüenza recordar la escena en la que Madeline dio a luz a Pudín.

Nunca sintió que fuera un padre calificado.

Nunca había cumplido con sus responsabilidades como padre de sus tres hijos.

“Pudín sabe decir 'mami' y 'papi' tan pronto. Es mucho más inteligente que Jack. Jack aprendió a decir 'mami' después de mucho tiempo”, bromeó Karen y se rio.

Jackson hizo un puchero orgulloso. “Porque esa malvada mujer no es mi madre, así que no quería llamarla mi mami”.

La explicación de Jackson hizo que Karen guardara silencio durante un rato, a la vez, también se sintió un poco avergonzada.

Al principio, Jackson había sido maltratado por Meredith. Además, como su suegra, Karen también había sido responsable de echar leña al fuego cuando Madeline había sido perjudicada.

Madeline sintió la incomodidad de Karen y vio que Jeremy también se culpaba. Levantó a Pudín y sonrió con cariño a Jackson. “Jack es realmente inteligente. Cuando todo el mundo me odiaba, tú te quedaste a mi lado”.

Ella sonrió y le tocó la cabeza.

“Así que Jack y Pudín son unos bebés muy inteligentes”.

Se dio la vuelta tranquilamente, pero en cuanto lo hizo, vio a una silueta pasar deprisa frente a la puerta.

Madeline la persiguió sin dudarlo, pero en cuanto salió por la puerta, se encontró con Sean, quien acababa de regresar de su reunión.

“Eveline, estás aquí”.

Sean estaba emocionado de ver a su pequeña.

“Entra, hace mucho tiempo que no te veo. Anoche tuve una videoconferencia importante, así que no puedo irme. Hoy tengo mucho tiempo para hablar contigo”.

Madeline le sonrió a Sean y asintió. Cuando se dio la vuelta, Madeline miró la puerta inconscientemente, sintiendo como si todavía hubiera una silueta merodeando en el pasillo.

Podía adivinar lo que estaba ocurriendo, pero por el momento solo podía pretender que no sabía nada. Así que, siguió a Sean hasta la oficina y se sentó.