Esposa Pecadora romance Capítulo 2119

Jeremy no estaba bromeando. Sus penetrantes ojos le decían a Hannah que no tenía paciencia para ser amable con ella. Su tolerancia hacia ella ya había llegado a su límite.

Cuando Jeremy dijo eso, Hannah se quedó en silencio momentáneamente.

Miró a Jeremy con una expresión de confusión, pensando en sus deseos de querer acabar con este hombre quien no había hecho más que ignorarla hasta el final. Por ello, se sintió aún más irrespetada y humillada.

Cuando escuchó a Jeremy hablarle así, a pesar de que el corazón de Hannah estaba lleno de miedo, sintió que Jeremy solo la estaba asustando y que realmente no la soltaría. Además, Madeline nunca le permitiría soltarla aunque lo quisiera.

Luego de pensar en ello, Hannah se armó de valor, apretó los dientes y dijo: “¡Solo suéltenme! Ni siquiera les he pedido que me ayuden. Señor Whitman, si está del lado de esta mujer, debería estarlo hasta el final. Ojos que no ven, corazón que no siente. ¡Ya déjenme!”.

Hannah tenía un aspecto rígido y parecía dar la bienvenida a la muerte, pero sus brazos ya estaban adoloridos.

“Linnie, si ella no quiere vivir, entonces no tenemos que desperdiciar más de nuestra energía”, dijo Jeremy, listo para soltarla.

“Jeremy, no la sueltes”.

Ordenó Madeline, su rostro estaba lleno de preocupación.

“Linnie, ella ha saltado la cerca diciendo que quiere morir. Incluso ha dicho que no quiere que la salvemos. Entonces, ¿por qué deberíamos preocuparnos por ella? Ya que ella está tan desesperada por acabar con su vida, deberíamos simplemente dejarla”.

Una vez que Jeremy terminó de hablar, estaba a punto de apartar a Madeline.

Cuando Hannah vio que Jeremy estaba a punto de soltarla, su corazón se aceleró y su rostro se tornó aterradoramente pálido.

Ahora, empezaba a estremecerse por el vacío.

No quería morir.

Se arrepintió de ello en el momento en que saltó la cerca.

Sus pies volvieron a estar firmemente plantados en el suelo.

Hannah se desplomó en el suelo. Sus piernas estaban débiles y temblorosas, y no dejaba de murmurar para sí misma: “No quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir así…”.

Madeline dio un suspiro de alivio.

Sin preocuparse en absoluto por Hannah, Jeremy abrazó de inmediato a Madeline y le preguntó: “Linnie, ¿te duelen los brazos?”.

Preguntó con preocupación, su palma apretaba suavemente el brazo de Madeline que acababa de hacer mucho esfuerzo.

El corazón de Madeline se enterneció al sentir el cuidado y el amor de Jeremy. Cuando giró la cabeza, vio a Hannah sentada en el suelo limpiándose las lágrimas en silencio. Entonces, Madeline miró a Jeremy.

Jeremy comprendió lo que Madeline intentaba decirle. Por ello, se separó con delicadeza de su abrazo y observó a Madeline caminar lentamente hacia Hannah.