Esposa Pecadora romance Capítulo 2125

Madeline vio que Jeremy aún tenía dudas sobre Hannah, así que por eso le pidió que saliera para hablar con ella a solas.

Efectivamente, en cuanto llegaron a la siguiente oficina, Jeremy instó a Madeline con solemnidad.

“Linnie, todavía me parece un poco raro, así que será mejor que no te acerques demasiado a ella. Dentro de un rato, llamaré a Ken para que organice un vuelo y la envíe de vuelta a San Piaf”.

Madeline asintió en silencio. “Yo también creo que enviarla de vuelta es lo mejor. Aunque sus amigas la están evitando, no creo que sus padres la dejaran sola”.

“No tenemos que preocuparnos por si sus padres la cuidarían o no. Linnie, ella llegó a la empresa para crear problemas. Calumnió tu reputación y tu inocencia, así que debería asumir las consecuencias ahora que la situación ha llegado a este nivel tras la aclaración”.

“Sí, Jeremy, tienes razón”, aceptó Madeline. Luego sonrió aliviada y tomó la mano de Jeremy. “Entonces, haré esto según lo que quieras, cariño”.

Jeremy estaba muy satisfecho con la forma en que Madeline se dirigía a él.

Puso su brazo sobre el hombro de Madeline y regresaron. Sin embargo, cuando volvieron al despacho de Madeline, descubrieron que estaba vacío; Hannah ya se había marchado sin que ellos se dieran cuenta.

Madeline vio una nota en la mesa negra, así que se acercó y la recogió. Era una nota de Hannah.

“Señor Whitman, Señora Whitman, les he causado muchos problemas. Señor Whitman, tiene usted la razón. Esto es lo que me merecía, así que debo asumir las consecuencias yo misma. Lamento las molestias”.

Este era el contenido de la nota dejada por Hannah.

“Se fue sola”. Madeline tenía un rastro de preocupación en su corazón. “Debería estar bien, ¿no?”.

“Tonta, de lo que deberías preocuparte es de mí y de los niños. En cuanto a ella, en mi opinión, no merece tu preocupación en absoluto, Linnie”. Jeremy seguía teniendo una actitud firme hacia Hannah.

Madeline entendía perfectamente lo que sentía Jeremy, y supuso que tenía razón, así que no volvió a pensar en ello.

Sin embargo, seguía sintiendo que esto no terminaría tan fácilmente.

Este fin de semana, Eloise y Sean vinieron a comer a la vieja Mansión Whitman.

Aunque era invierno, el sol de la tarde era muy cálido.