Esposa Pecadora romance Capítulo 2156

Daniel miró hacia atrás y vio que Ava estaba despierta. Una cálida sonrisa apareció en su rostro mientras caminaba hacia ella.

“Estás despierta. Debes tener hambre, ¿cierto? Ve a lavarte el rostro y comeré contigo”.

Ava parpadeó con sus ojos adormilados y miró los aromáticos platos. “¿Has comprado los ingredientes y venido hasta aquí para cocinar para mí?”.

“Ajá”. Daniel sonrió ligeramente y tomó la mano de Ava con delicadeza. “Ya ve a lavarte”.

Al sentir la preocupación y el amor de Daniel, Ava sonrió dulcemente antes de ir obedientemente a lavarse.

Luego de lavarse, apareció frente a Daniel sin maquillaje.

Al ver la comida humeante en el mostrador del bar, Ava sintió una ola de calor en su corazón.

Mientras comía, Ava platicó con Daniel.

Le contó sobre la visita de Naya, pero cuando mencionó el compromiso falso de Naya con Daniel, él dejó de comer y su expresión se volvió seria.

“¿Por qué ha venido aquí a hablar contigo sobre eso? Ava, ¿no habíamos acordado que encontraríamos otra manera? ¿Por qué has aceptado?”.

Ava no le ocultó a Daniel lo que Naya le había contado cuando la visitó. “Ella ha dicho que tú le habías dado mi dirección. En cuanto a por qué acepté, creo que no hay otra mejor opción. No quiero que le suceda nada malo a tu abuelo y tampoco quiero que te encuentres en un dilema”.

Al escuchar esto, Daniel frunció el ceño. “Nunca le he dicho dónde vives y definitivamente no haré nada que no te guste que haga”.

Ava asintió pensativa. De hecho, ella ya sabía todo esto. Naya debió de haberla buscado en secreto para ir a su casa, pero utilizó a propósito el nombre de Daniel.

Ava podía adivinar la razón por la que Naya estaba haciendo esto.

“Llamaré a Naya ahora y se lo dejaré claro. Cancelaremos el acuerdo”, dijo Daniel luego de haber decidido llamar a Naya.

“Ava, hoy estoy libre. Te haré compañía”.

“¿Por qué? Deberías ir al hospital a acompañar a tu abuelo. Yo aún tengo que trabajar. Te aburrirás si te quedas aquí”.

“No me aburriré mientras esté a tu lado”, dijo Daniel antes de ir a preparar un poco de té negro para Ava. Luego puso la fruta picada en el plato junto al portátil. No se olvidó de llevar algunos bocadillos para que Ava pudiera comer mientras trabajaba.

Ava sintió que su corazón se desbordaba de dulzura al ver esto. En ese momento, su jefe justo la llamó para pedirle el boceto.

“Ava, ¿has terminado el diseño para el señor Rogers?”.

“No te preocupes, Bill, ya casi lo he terminado. Estará listo después de algunos detalles finales. Prometo darte un diseño satisfactorio en dos horas. Bien, eso es todo. Ya voy a colgar”, prometió Ava mientras se dirigía a su computadora portátil en el mostrador del bar.

Sin embargo, en el momento en que fue a encender su computadora portátil, se quedó perpleja.