Esposa Pecadora romance Capítulo 2252

Mientras decía esto, Madeline desvió su aterradora mirada hacia el rostro de Naya.

“Eso quiere decir que la persona que manipuló los frenos del coche estaba intentando asesinar a mi amiga”.

El uso que hizo Madeline de la palabra ‘asesinar’ no fue una exageración.

Después de escuchar el análisis de Madeline, Ava sintió un escalofrío recorriendo su espalda.

Resultó que eran Naya y Chloe las que querían hacerle daño nuevamente.

Esta vez, ¡incluso querían quitarle la vida!

Ava miró en silencio a Daniel con dolor en su corazón. De repente, apretó los puños y se abalanzó hacia Naya. La agarró del cuello, sin permitirle reaccionar o liberarse. Entonces, Ava la abofeteó de inmediato en el rostro.

¡Paf!

“¡Ah!”.

Naya gritó del dolor y se cubrió el rostro inconscientemente.

“¡Naya Méndez, rata despreciable! ¡Malvada mujer!”.

Maldijo Ava.

La policía y Madeline intervinieron al mismo tiempo para apartar a Ava, mientras la madre de Daniel se acercó a defender a Naya.

“¡¿Cómo te atreves a abofetear a Naya, portadora de mala suerte?!”.

“...”. Después de ser reprendida por Ava, la madre de Daniel se sintió muy avergonzada.

Sin embargo, Naya quiso aprovechar esta oportunidad para fingir que era una buena persona y ponerse del lado de la madre de Daniel.

“Ava, te estás excediendo. Una cosa es que me calumnies diciendo que he instigado a otros para que te asesinen, pero ¿cómo puedes reprender también a la Señora Graham? Ava, tú—”.

“¡Cállate tú también!”. Ava miró a Naya de forma imponente. “Naya, será mejor que no malgastes tu aliento y tus dotes de actriz para meterte entre la madre de Dan y yo y así desviar las sospechas sobre ti. Escúchame bien. No puedes escapar de esto porque tú lo hiciste. ¡Ustedes son las que le han hecho daño a Dan!”.

“...”. Cuando Naya vio la mirada firme de Ava, su corazón dio un vuelco. En ese momento, se sintió tan culpable que no pudo hablar.

Unos cuantos doctores y enfermeras se acercaron por el revuelo. Cuando vieron que ese grupo de personas se peleaba por un conflicto, les advirtieron que no debían hacer tanto ruido en el hospital y que debían marcharse.

Naya tuvo que marcharse con la policía y Ava los siguió sin dudarlo.